Yo sí creo que tenemos una nueva política exterior. Seamos abiertos en nuestro análisis y conscientes que el mundo es multipolar. He leído el análisis que hizo el exdiplomático Rubén Zamora en Diario El Mundo, quien se desempeñó como embajador ante Naciones Unidas y vivimos en un territorio de libre opinión y expresión, afortunadamente no somos un país bajo dictadura como la cubana o venezolana, en donde poder escribir esto posiblemente logre más que una censura cibernética.

Cuando fui estudiante universitario leí mucho de Zamora, sé que tiene mucha experiencia en el análisis de las relaciones internacionales y diplomacia en El Salvador frente a la comunidad internacional. Discrepo de la posición que él sostiene que El Salvador actualmente no tiene política exterior propia e insinúa que Estados Unidos influye absolutamente en la toma de decisiones. Dudo mucho tal argumento, creo que podría ser muy extremo.

Zamora cuestiona de cómo se ha portado El Salvador con Venezuela y expresa que resulta nocivo el enfrentamiento con dicho país, eso se podría admitir cuando podamos terminar relaciones diplomáticas sin un acuerdo previo con una democracia electa de forma popular y donde el respeto a los derechos humanos es comprobado. Sin embargo en la actual Venezuela, donde el gobierno ha sido capturado por un conjunto de vándalos que solo persiguen menoscabar la libre expresión, desarrollo y libertades, no se vale regañar a la actual administración gubernamental salvadoreña por haber finalizado las relaciones con el gobierno chavista, el cual ha ganado de forma sospechosa las últimas elecciones.

Las convenciones internacionales de derechos humanos suscritas por Venezuela y la mayoría de los países de las Américas exigen un pleno y permanente respeto; no obstante, es bastante evidente la grave violación a los derechos humanos en la hermana Venezuela, en donde la cantidad de presos políticos y gente en el exilio sigue en aumento. La situación humanitaria de Venezuela no es algo antojadizo que les expreso, ha sido expresado incluso por la Alta Comisionada de Derechos Humanos, la señora Bachelet que visitó dicho territorio y constató la grave violación a los derechos humanos.

Son bastante positivas las recientes medidas adoptadas por el gobierno en materia de política exterior, por ejemplo: el horario de atención de nuestras representaciones diplomáticas en el exterior se ha ampliado; además, se está trabajando en una verdadera reestructuración de nuestro cuerpo diplomático, dado que es lo que puede y debe hacerse por el bien de nuestros compatriotas alrededor del mundo.

Las relaciones que El Salvador tiene con Estados Unidos siempre ha sido excelente dado que nuestro mayor socio comercial ha sido dicho territorio norteamericano. Además, si nuestra política exterior estuviese manipulada por Estados Unidos, el presidente Bukele no hubiese viajado a China en busca de acuerdos comerciales y turísticos; de tener una influencia Estados Unidos en nuestra política exterior hubiésemos regresado inmediatamente a las relaciones diplomáticas con Taiwán, esto por poner un pequeño ejemplo. El viaje del presidente Bukele a China no se hubiese realizado porque se hubiesen antepuesto pensamientos ideológicos previamente al viaje. No obstante, se pudo ver con mucha libertad cómo el actual gobierno tuvo acercamientos con los más altos funcionarios políticos de China en busca de acuerdos que van a beneficiar el desarrollo socioeconómico.

Tenemos que ser conscientes que estamos viviendo una época totalmente diferente a la gestión gubernamental pasada en la política exterior por la digitalización e información de esta nueva revolución industrial y las necesidades de progreso de nuestro país.

La comunidad internacional sigue creyendo en El Salvador y su gente, la imagen del salvadoreño es bastante positiva en el exterior y que ojalá que con el optimismo que se percibe por un nuevo gobierno, logremos tener un renovado cuerpo diplomático que tenga la única finalidad de servir a nuestros compatriotas en cualquier situación que se pueda presentar.