Lionel Messi, jugador argentino / AFP


El delantero argentino del Barcelona, Lionel Messi, tiene muy claro que si nada cambia en el equipo en las próximas semanas, ejecutará la cláusula que le permite salir gratis del club a final de cada temporada. Y pretendientes no le faltan.

El Manchester City hace tiempo que va tras sus servicios. Pep Guardiola le quiere junto al Kun Agüero para completar una de las delanteras más letales de Europa. Y en el Ethihad Stadium ya le han hecho saber a Leo que le espera una prima de fichaje de 50 millones de euros (55 millones de dólares).

Y no solo el City. En el Paris Saint-Germain, donde además cuentan con el reclamo de Neymar, también están dispuestos a poner una prima de traspaso millonaria.

Una decisión que quedará a merced de lo que ocurra esta semana con Abidal, pero también del futuro de Bartomeu y su junta directiva de dudosa competencia, gestión, eficacia y profesionalidad.

Si no hay una limpieza profunda, hará las maletas y adiós. No quemará los últimos años que le quedan de carrera en un club que va a la deriva en caída libre y sin frenos.

¿Cuál fue el punto de quiebre?

El club catalán es una jaula de grillos en la que las puñaladas van que vuelan. Como Josep Maria Bartomeu, que está volando a Barcelona para mantener una reunión de urgencia con Eric Abidal que provocará otro terremoto en el Camp Nou. El director deportivo lanzó una bomba el pasado martes que alcanzará a todos. La entidad de la ciudad condal es un polvorín a punto de estallar.

El ex lateral francés del Barça hizo unas declaraciones explosivas que irritaron y mucho a la plantilla, y muy en especial a Leo Messi. Unas palabras que tendrán serias consecuencias para el galo, y que podrían propagarse en el resto de los estamentos del club, incluido el vestuario.

“La relación entrenador-vestuario siempre ha sido buena, pero hay cosas que como exjugador puedo oler. Comuniqué al club lo que pensaba y había que tomar una decisión. Muchos jugadores no estaban satisfechos, ni trabajaban mucho y también había un tema de comunicación interna”, platicó el secretario técnico en referencia a la destitución de Ernesto Valverde.

Unas palabras que resonaron en el vestuario azulgrana y a las que el capitán Messi no tardó en responder. Y lo hizo con contundencia. El crack de Rosario contestó con un mensaje en el stories de su cuenta de Instagram en el que fue muy tajante.



Messi liquida a Abidal

Concretamente, subió un pantallazo de las palabras de Abidal subrayadas en rojo y un escrito debajo en el que dejaba más que claro su malestar.

“Los responsables del área de la dirección deportiva también deben asumir sus responsabilidades y sobre todo hacerse cargo de las decisiones que toman”, empezaba el texto, apuntando directamente a la planta noble. Y siguió: “Cuando se habla de jugadores, habría que dar nombres porque si no, se nos está ensuciando a todos y alimentando cosas que se dicen y no son ciertas”.

Un relato que deja claro que al argentino y al núcleo duro del vestuario no han gustado nada las declaraciones de Abidal, que no solo dejaba como unos vagos a los jugadores, sino también a Valverde.