En medio de la pandemia Trump anuncia que prohibirá en Estados Unidos la red social TikTok por sospechas de que es utilizada por los servicios de inteligencia de China, días antes el Reino Unido, ordenó la retirada de todos los equipos de 5G de Huawei por considerar que son un riesgo para su seguridad nacional. Esta es la guerra desatada, la guerra digital no declarada.

Estos acontecimientos no son los únicos, en julio, Washington exigió a Pekín, el cierre del consulado chino en Houston, al que acusa de ser el “corazón” de una red de espionaje. La respuesta de China no se hizo esperar y en reciprocidad ordenó el cierre del consulado estadounidense en la ciudad de Chengdu, en el suroeste del país. Los detalles de los enfrentamientos de las dos superpotencias están en los noticieros.

Para los inocentes, Facebook, es una red social divertida donde se pueden hacer bromas, compartir “selfies” o poner una foto de lo que están comiendo, Facebook no es tan cándido, como parece, en esta red social es muy fácil acceder a todos nuestros datos, a través de la tecnología y conocer las opciones de compra y preferencias políticas o de cualquier tipo que tenemos.

Facebook permitió que Bing, el motor de búsqueda de Microsoft, tuviera acceso a los nombres de prácticamente todos los amigos de los usuarios de Facebook sin su consentimiento; además, les dio a Netflix y a Spotify la capacidad de leer los mensajes privados de los usuarios de la red social, también permitió que Amazon obtuviera los nombres y la información de contacto de los usuarios a través de sus amigos; Yahoo pudo ver las cadenas de publicaciones de amigos.

Los prácticamente dueños del mundo digital que nos rodea, están presentes en el día a día de cada uno de nosotros, en el momento de interactuar con un amigo o un simple contacto, para ubicarse en la calle, buscar información o comprar en línea. Son el motor de la llamada Cuarta Revolución Industrial.

La realidad es que hoy el capitalismo es digital, los pesos pesados de la tecnología de EE.UU son conocidos como “GAFAM+1” estamos hablando de Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft más Netflix. representan el 20% de Wall Street. La concentración del poder económico en las llamadas cinco ‘big tech’ está aumentando aún más ante la necesidad de comunicarse por el confinamiento ante el COVID-19.

Los chinos tienen lo suyo, es el BATs, que engloba a los tres gigantes tecnológicos de China: Baidu, Alibaba y Tencent", a los que se suman suman Huawei y Xiaomi. Baidu equivaldría a Google de China, Alibaba sería Amazon y Tencent es la mayor compañía de videojuegos del mundo.

Las nuevas guerras, según Martin Hilbert, gurú del Big Data, no van a ser sobre petróleo. Ocho de las 10 compañías más valoradas en el mundo son de tecnología digital. Hoy ya son más valiosas que las petroleras. Los datos son el nuevo petróleo y el que tenga el control sobre los datos, controlara el país y el mundo.

Para Rodrigo Ramírez Pino, Ex Subsecretario de Telecomunicaciones de Chile, lo que esconden estas acusaciones y contra acusaciones entre Estados Unidos y China es un enfrentamiento tecnológico, donde Estados Unidos está perdiendo el liderazgo de la innovación y el predominio del desarrollo de tecnologías, cediendo esta supremacía a China, que es un gigante tecnológico mundial.

Todo esto parece película de Netflix, pero es real, es la disputa comercial entre Estados Unidos y China, es la guerra 4.0, la lucha por la hegemonía tecnológica del siglo XXI. Una de sus batallas es por quién obtiene el dominio tecnológico en el despliegue de las redes, servicios 5G y quien tiene acceso a más datos sobre su adversario.

El Salvador está más preocupado en cómo contener la pandemia y tener algún margen de maniobra ante el hecho que la deuda pública alcanzará a final de año más del 90% del PIB, lo que quiere decir que por cada 100 dólares que produzcamos vamos a deber 90 dólares y contaremos con menos recursos en el futuro para invertir en programas sociales.

Muy lejos estamos de la lucha por la supremacía de la revolución digital, en la que el vencedor tendrá el dominio de la fábrica del futuro, de la industria inteligente, del Internet de las cosas; la ciberseguridad, del control de la movilidad y la energía. Nosotros en todo esto quedamos como simples espectadores.