Además de los cielos falsos, hay grietas en el piso. / R F.


Grietas en paredes, piso, desplome de tabla roca del techo, ascensores sin funcionar, son algunos de los problemas que tiene la Torre Judicial de San Miguel.

El edificio alberga a más de 500 empleados y tiene estos problemas desde mayo, cuando se registró un sismo de 6.8 grados que sacudió a todo el país. Desde entonces no ha sido reparado.

Los empleados y usuarios que visitan el edificio dicen se ponen en riesgo a que suceda una desgracia.

“Los dos ascensores con los que cuenta el edificio están fuera de uso desde el mes de septiembre”, dijo un empleado que prefirió el anonimato.

Otro empleado agregó: “A veces subimos con expedientes, papelería y todo lo tenemos que cargar; y si vamos hasta el sexto piso tenemos que subir 54 gradas”.

Supuestamente, el edificio empezó a construirse en 2001 y a raíz de los terromotos se dañó el sistema antisísmico, que está en la base del mismo. La empresa habría sugerido a la Corte Suprema de Justicia demoler la construcción y empezar de nuevo, pero la Corte decidió contratar otra empresa para terminar la edificación, según el presidente del comité de seguridad ocupacional del edificio, Héctor Brizuela.

Agregó que de los seis niveles, cinco tienen daños.

El sindicato del Órgano Judicial (Sittoj) ha señalado que los empleados corren peligro en el edificio que alberga la mayoría de juzgados de San Miguel.

Ayer se intentó obtener una posición de la Corte Suprema de Justicia sobre los daños en la torre migueleña y la encargada de comunicaciones dijo que enviaría la postura vía correo electrónico, pero al cierre de la nota, no hubo respuesta.