Los transportistas varados en Costa Rica no cuentan con alimentos ni acceso a los servicios básicos. Además, reclaman falta de seguridad al ser objeto de robo. / Seguridad pública de Costa Rica


Los transportistas de carga internacional varados en la frontera de ingreso de Costa Rica tal vez no se enfermarán del nuevo coronavirus pero sí tendrán problemas estomacales y de alimentación, al encontrarse sin dinero y en condiciones deplorables en una zona sin acceso a servicios básicos.

Costa Rica comenzó a implementar la semana pasada un nuevo régimen para el ingreso y salida de medios de transporte de carga internacional, luego de que 50 transportistas dieran positivo al COVID-19. La medida generó descontento y caos desde un inicio, incluso se calcula que unas 1,600 unidades se encuentran varadas en la frontera Peñas Blancas entre Nicaragua y Costa Rica.

El 40 % de los medios de transporte que se encuentran varados corresponde a salvadoreños, según la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport) y quien estima que unos $60 millones de exportaciones se encuentran obstaculizadas y en riesgo de perderse.

Raúl Alfaro, presidente de la Asociación Salvadoreña de Transportistas Internacionales de Carga (ASTIC), indicó que usualmente a los pilotos se les paga un sueldo por viaje terminado y se les entrega $100 de viáticos para alimentos. Sin embargo, al estar por más de una semana varados en la frontera, el efectivo ya no les alcanza y tampoco cuentan con una agencia bancaria cercana en donde puedan recibir dinero.

Los alrededores de la frontera Peñas Blancas es una zona despoblada. Los transportistas varados no tienen donde realizar sus necesidades básicas, bañarse, y comprar comida o agua. “Esto es un caos lo que están viviendo los muchachos”, dijo a este periódico Patricia Selvas, una nicaragüense que ofrece alimentos y servicios de lavado de ropa por un $1.

Selvas, con la ayuda de su hija y su hermano, todos los días prepara comida para repartir con los transportistas varados “sin color de bandera, ni nacionalidad”. Aseguró que se movilizan por más de 40 kilómetros desde Granada hasta la frontera para llevar el almuerzo, el único tiempo de comida que algunos pilotos pueden realizar debido a la escasez de lugares donde comprar.

“Me queda lejísimos pero la voluntad de ayudar al gremio de transporte no impide la distancia. Hay gente que se está aprovechando de cobrar hasta $5 el servicio de comida y no es comida muy buena, la mayoría de transportistas están con fiebre y dolores de estómago en la fila porque están tomando agua de pozos”, sumó la nicaragüense.

Silvia Cuéllar, directora de Coexport, indicó que “todos los transportistas” están en urgencia de dinero. “Las condiciones son delicadas, pues duermen prácticamente en la calle y hasta asaltos y robos de gente que merodean. Les están regalando comida y lavándoles la ropa gente del lugar”, dijo.

 

Pérdidas y diferencias

Coexport enfatizó en la preocupación de las empresas de que los camiones pasen demasiado tiempo varados en la frontera por temor a perder la mercancía. Una compañía, ejemplificó, estuvo 11 días en Peñas Blancas ante de ingresar a Costa Rica y al final le regresaron el contenedor con pérdida total del producto.

“Ahora mismo unas empresas han tenido que optar por el transporte aéreo o marítimo, por la urgencia del caso y los costos se han elevado mucho. Se prefiere eso a perder el mercado”, indicó Cuéllar.

Costa Rica comenzó a implementar un plan piloto, de tres modalidades, con Panamá para agilizar las fronteras. Los camioneros que llevan carga entre Nicaragua y Panamá, sin dejar mercancía en el mercado tipo, pueden armar una caravana de 50 furgones escoltados por la política para cruzar el país, con paradas controladas y sin interactuar con pobladores.

Para los transportistas con destino final Costa Rica, se les ofrece que desenganchen la carga en la frontera y se la entreguen a un conductor local o, una tercera opción, que deje el camión en un almacén fiscal y allí puede recoger cargamento para su regreso.

Para ASTIC, estas medidas no son viables y son “procesos no muy recomendados” porque de entrada “será una demora para entregar” la carga en los recintos fiscales, mientras se espera que se descargue y se vuelva llenar con importaciones. La gremial pide la salida de los medios de transporte vacíos con una contingencia regional para no pagar impuestos de importación.

 

¿Qué ha pasado?

 

Medidas

Costa Rica activó el 18 de mayo dos decretos que limitaron el tránsito de transportistas extranjeros en su territorio como medida para evitar el contagio, luego de 50 pilotos dieran positivos.

 

Caos

Más de 1,600 unidades de transporte de carga internacional se encuentran varadas en la frontera. Transportistas advierten de escasez de alimentos, agua y falta de dinero en efectivo.