Llegó la hora cero. En los próximos días los candidatos y candidatas a diputadas o concejos municipales de diversas expresiones políticas comenzarán a buscar apoyos de potenciales votantes. Veremos lo típico en tiempos electorales en El Salvador. Personajes que, a base de fotos posadas, echando tortillas, buscarán convencer al electorado de que son la mejor opción. ¡Veremos de todo!

Para quienes aún no deciden, quiero presentarme como una opción. Mi nombre es Alicia Miranda y soy candidata a diputada por el departamento de La Libertad por Nuestro Tiempo. Provengo de una familia de personas trabajadoras. Tradicional como cualquier familia salvadoreña, pero con la oportunidad de estudios a lo largo de su vida. En este país, una mujer privilegiada.

Llegué en julio pasado a Nuestro Tiempo a través de mujeres que vieron potencial político en mí. Sin embargo, como lo he dicho en alguna oportunidad en esta columna, he sido y soy una mujer política. La idea de entender cómo funciona el poder y cómo la política puede ser una herramienta de análisis, incidencia y de transformación siempre me acompañó a lo largo de mi vida laboral. Siempre. A mis 43 años doy el paso convencida de que urge generar condiciones para reconstruir a un El Salvador post-covid-19. La Asamblea Legislativa tiene facultades para buscar salidas. De hecho, es la institución que constitucionalmente puede modificar y/o aprobar leyes, entre otros roles. Competiré en un contexto de crisis política y económica.

Nuestro país fue declarado por la CEPAL como uno de los dos de Latinoamérica más golpeados por la pandemia en los últimos meses. El desplome de la economía salvadoreña seguirá su curso mientras vemos a la clase política tradicional y “nueva” enfrentada eternamente. Una y otra vez. ¡La típica forma de ejercer la política a través de la polarización! Nada nuevo.

Formo parte de un proyecto político que defenderá el respeto a las leyes y las instituciones democráticas. Soy consciente del rol fundamental de contención que tiene en este momento Nuestro Tiempo en la Asamblea Legislativa. Sin embargo, propongo crear una alternativa que sustituya la polarización por el diálogo.

En los próximos días estaré presentando mi propuesta legislativa. Sin embargo, en estas líneas quiero al menos plantear las tres principales dimensiones de esta: 1. Reconstrucción de El Salvador y apoyo a sectores claves. 2. Fortalecimiento de las instituciones de control. 3. Construcción de ciudadanía.

Mi propuesta parte del supuesto de que no existe una salida legítima y sostenible en el tiempo para la reconstrucción de nuestro país que no sea a través del diálogo como principio rector en la toma de decisiones. De las crisis pueden surgir oportunidades. Lo sostendré siempre. Sin embargo, ningún esfuerzo tendrá legitimidad y ni será sostenible sin un diálogo plural, transparente y desde una perspectiva multilateral. Plural significa que necesita de representaciones de los diversos sectores que conforman la vida social, política y económica del país. Asimismo, este diálogo debe de ser con total transparencia, especialmente de cara a la población. Entre más transparente sea el diálogo, mayor legitimidad habrá en los consensos que se construyan.

Finalmente, la visión multilateral permitirá identificar prioridades y posibilidades de mejora de manera conjunta, más allá de las típicas asistencias financieras o técnicas. Mismas que si bien son necesarias, no son las únicas rutas posibles para enfrentar la actual situación por la que atraviesa nuestro país.

Compito para ser diputada en un momento inédito en el mundo entero, en medio de una pandemia. Soy absolutamente consciente de mi entorno y de las necesidades que plantea un contexto tan complicado. Queremos decisiones políticas eficaces en este momento, pero no me cabe la menor duda de que la gran mayoría de salvadoreñas y salvadoreños, tanto los que viven en nuestro territorio como los que se encuentran lejos, quieren sabiduría y prudencia de la clase política. En los dos meses siguientes entraré a una competencia muy difícil, especialmente para una principiante en política partidaria y sin recursos. Veremos, una y otra vez, las típicas expresiones polarizadas de odio y confrontación. No me intimidan, más bien fortalecen mis convicciones políticas, pero, sobre todo, mi apuesta como candidata a diputada.

Mi mandato durará tres años y creo que cualquier solución debe comenzar por gestionar la política de una manera diferente en un contexto inédito. Quiero plantearles #3razonesparadialogar en este momento. 1. Para ponernos de acuerdo; 2. Para exterminar la polarización; 3. Para aplicar un Plan Post-covid El Salvador.