La elección por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de un parlamentario con escasa experiencia para el cargo de jefe de inteligencia ha encendido las alarmas por la posible politización de decisiones cruciales sobre la seguridad nacional.

Trump anunció el domingo a través de su cuenta de Twitter que nominará al congresista republicano John Ratcliffe, de Texas, como nuevo director de Inteligencia Nacional, un puesto que supervisa y coordina las actividades de la CIA, la NSA y otros servicios secretos estadounidenses.

Ratcliffe sucederá en el cargo a Dan Coats, quien ocupó esa posición durante dos años en los que tuvo varios desencuentros con Trump respecto a temas importantes como la interferencia de Rusia en la campaña electoral de 2016 o la desnuclearización de Corea del Norte e Irán.

Si bien la partida de Coats no resultó sorpresiva, la elección de Ratcliffe como su sucesor ha despertado preocupación en el Congreso.

"Estoy seriamente preocupado porque parece que el presidente está intentando buscar a alguien que será políticamente leal en vez de una voz independiente que pueda actuar en defensa de la comunidad de inteligencia", dijo el senador demócrata John Warner a CNN.

Figuras clave del partido republicano se mostraron cautas sobre la nominación. A pesar de su inexperiencia, quizá Ratcliffe tenga, a diferencia de Coats, el beneficio de un presidente atento a sus consejos.

"No conozco a John (Ratcliffe), pero espero conocerlo", dijo Richard Burr, presidente del Comité de Inteligencia del Senado, que debe aprobar la nominación.

Cara repetida en Fox News
El afán de Coats por marcar sus diferencias con Trump en asuntos importantes de seguridad lo hizo ganarse el respeto de todo el espectro político.

Ratcliffe, por el contrario, se ha hecho un nombre en la Cámara de Representantes como un acérrimo defensor del presidente.

Como muchos de los designados por Trump, Ratcliffe aparece a menudo en Fox News alimentando teorías conspirativas o descalificando el trabajo del fiscal especial Robert Mueller como una operación política pergeñada por los Demócratas en colaboración con los servicios de inteligencia.

Esa postura, absolutamente contraria a la visión que los jefes estadounidenses de espionaje tienen sobre la injerencia rusa, podría presagiar malestar en los servicios secretos estadounidenses, cuya relación con el presidente ha sido siempre tibia.

Currículum escueto
De ser confirmado en el cargo, Ratcliffe, 53 años, asumiría un trabajo crucial y titánico, que implica ser los ojos del presidente sobre la información que recoge la CIA, la Agencia Nacional de Seguridad, el FBI, el Pentágono y otros organismos.

El director de inteligencia nacional (DNI) ayuda a priorizar los riesgos y amenazas que el país enfrenta en el corto y largo plazo. Todos los directores anteriores fueron exdiplomáticos empapados en temas militares y de seguridad -Coats, el director saliente, fue embajador en Alemania entre 2001 y 2005-, exjefes de agencias de inteligencia o altos funcionarios del Pentágono.

El currículum de Ratcliffe es más bien delgado: antes de llegar al Congreso en 2015 fue alcalde durante ocho años de un pequeño pero acaudalado suburbio de Dallas, Texas, y antes ejerció un año como Fiscal Federal para el Distrito Este de Texas.

"Ratcliffe sería el primer DNI sin experiencia significativa en inteligencia o como embajador", dijo John McLaughlin, exsubdirector de la CIA.

Los servicios de inteligencia han sufrido el estilo de Trump desde que llegara a la Casa Blanca.

Al asumir, el magnate inmobiliario rechazó un informe del DNI que decía que fue Putin quien ordenó personalmente el operativo de interferencia en las elecciones de 2016 para dañar a la rival directa de Trump en la carrera presidencial, Hillary Clinton.

Además, Trump ha ignorado información aportada por los servicios de inteligencia sobre Corea del Norte e Irán y ha optado por guiarse por sus propias "verdades".

"Un tiempo peligroso"
"El congresista Ratcliffe es el individuo más partidista y menos calificado que haya sido nominado jamás para servir como director de Inteligencia Nacional", dijo en un comunicado el senador estadounidense demócrata Ron Wyden, que integra la comisión de Inteligencia del Senado.

"Confirmar (en el puesto de director nacional de Inteligencia) a este individuo equivaldría a avalar el intento de esta administración por politizar nuestras agencias de inteligencia. Este es un tiempo peligroso, y Estados Unidos precisa a los individuos más objetivos y calificados para liderar a nuestras agencias de inteligencia".