El presidente estadounidense, Donald Trump, llegó el lunes al Reino Unido para una visita de Estado de tres días con todos los honores y sonadas protestas, precedida por una polémica sobre el Brexit y un enfrentamiento verbal con el alcalde de Londres.

El avión de Trump aterrizó hacia las 09H00 locales (08H00 GMT) en el aeropuerto londinense de Stansted. Incluso antes de que tocase tierra, el mandatario mandaba uno de sus incendiarios tuits atacando en términos muy duros al alcalde de la capital británica, el laborista Sadiq Khan.

"Sadiq Khan que ha hecho un trabajo horrible como alcalde de Londres, ha sido tontamente 'asqueroso' con el presidente de Estados Unidos, con mucho el aliado más importante del Reino Unido", escribió. "Es un fracasado total que debería centrarse en el crimen en Londres, no en mí", subrayó.

Khan había criticado en días previos que el Reino Unido "desplegase la alfombra roja" para recibir al presidente estadounidense en un viaje que incluye encuentros protocolarios con la reina en el Palacio de Buckingham.

E incluso comparó el domingo, en un artículo publicado en el diario The Observer, el lenguaje de Trump con el de "los fascistas del siglo XX", poniéndolo en el mismo grupo que los extremistas europeos Viktor Orban en Hungría, Matteo Salvini en Italia, Marine Le Pen en Francia y Nigel Farage en el Reino Unido.

El presidente estadounidense, de 72 años, aseguró sin embargo estar "deseando ser un gran amigo del Reino Unido" y el inicio de su primera visita de Estado al país, tras un intento precedente que en julio pasado acabó en una simple visita de trabajo debido a masivas protestas, en que decenas de miles de británicos lo calificaron de "misógino, homófobo, xenófobo".

También en esta ocasión se han convocado grandes manifestaciones contra su presencia, en particular el martes coincidiendo con su encuentro con la primera ministra Theresa May.

- "Injerencia inaceptable" -
El presidente y la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, se dirigieron a la residencia del embajador estadounidense en Londres, donde se alojarán durante la visita.

Desde allí debían acudir a mediodía al Palacio de Buckingham donde serán recibidos por Isabel II para una ceremonia privada que estará seguida de un almuerzo y un intercambio de regalos.

Por la tarde, la familia Trump tiene previsto visitar la Abadía de Westminster, en el centro de la capital británica, antes de tomar el té con el príncipe Carlos, heredero al trono británico, y su esposa Camila.

La primera jornada de esta visita se terminará con un banquete oficial ofrecido con todos los honores por la monarca de 93 años.

Pero tras toda esta pompa persiste la incomodidad en un país cuya primera ministra debe dejar oficialmente el cargo el viernes derrotada por su incapacidad para llevar a cabo un Brexit decidido por referéndum en 2016 pero aplazado ya dos veces, ahora hasta el 31 de octubre.

En entrevistas con la prensa británica antes de su llegada, Trump fustigó el modo en que la líder conservadora llevó a cabo las negociaciones con Bruselas, recomendó a su sucesor que abandone la Unión Europea bruscamente sin un acuerdo y designó al exministro de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, como su favorito para dirigir el país.

El presidente estadounidense alabó asimismo al extremista Farage, líder del Partido del Brexit, gran vencedor la semana pasada en las elecciones europeas en el Reino Unido. En el avión que lo llevaba a Londres incluso afirmó que "podría reunirse" con ambos políticos, con quien dijo tener "muy buenas relaciones".

Es "injerencia inaceptable en nuestra democracia", fustigó el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn.

- "Relación especial" bajo presión -
Esencial para Reino Unido tras el Brexit, la relación comercial con Estados Unidos debería ocupar gran parte de las conversaciones de Trump durante los tres días.

"Tenemos el potencial de ser un socio comercial increíble para Reino Unido", afirmó el mandatario antes de partir de Washington, asegurando estar dispuesto a negociar rápidamente un acuerdo de libre comercio.

Trump "es muy controvertido, es perturbador; pero también es el presidente de nuestro aliado más importante", señaló el ministro británico de Relaciones, Exteriores Jeremy Hunt, mientras May presagiaba larga vida a una "relación especial" que "ha apuntalado la seguridad y prosperidad de nuestros países durante muchos años".

Sin embargo, esta puede verse tensada por temas como el acuerdo nuclear con Irán, la lucha contra el cambio climático o la guerra comercial entre China y Estados Unidos, que intenta convencer a Londres de que excluya al grupo tecnológico chino Huawei del desarrollo de su red 5G.

Trump participará el miércoles en una gran conmemoración organizada en Portsmouth, en la costa sur de Inglaterra, para conmemorar el 75º aniversario del desembarco de Normandía. al que fueron invitados los países que lucharon en aquella histórica operación militar en 1944, y también Alemania.

Al día siguiente, May y Trump deben viajar al norte de Francia para asistir a otra serie de actos conmemorativos con motivo del Día D.