Primera ministra británica, Theresa May. EFE

La Unión Europea (UE) acogió ayer con recelo la oferta presentada por la primera ministra británica, Theresa May, en relación con los ciudadanos europeos que residan en el Reino Unido tras el “brexit” y pidió a Londres que aclare los derechos que les serán reconocidos y la manera de resolver posibles disputas


Los presidentes del Consejo Europeo, Donald Tusk, y de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, se mostraron abiertamente críticos con las ideas adelantadas por May a sus homólogos europeos el jueves, en la primera sesión de la cumbre.


El Reino Unido tiene previsto presentar oficialmente los detalles de esa propuesta el próximo lunes.


“Mi primera impresión es que la oferta está por debajo de nuestras expectativas”, indicó Tusk en una rueda de prensa al término de la cumbre, y añadió que “corre el riesgo de empeorar la situación de los ciudadanos”.


Por su parte, Juncker dijo que la propuesta “es un primer paso, pero no es suficiente” y añadió que le parece “inimaginable” que el Tribunal de Justicia de la UE quede excluido de cualquier acuerdo sobre los ciudadanos en relación con el “brexit”, como piden los ciudadanos británicos.