La organización que fundó la ambientalista hondureña Berta Cáceres, quien fue asesinada en marzo, denunció hoy el intento de asesinato de su coordinador general, Tomás Gómez Membreño, y otro de sus miembros, Alexander García.

El Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) indicó en un comunicado que un desconocido atacó a tiros el vehículo en el que Gómez, quien sustituyó en el cargo a Cáceres, se trasladaba hacia su vivienda en la ciudad occidental de La Esperanza, donde el 3 de marzo fue asesinada la ambientalista.

El atentado contra Gómez ocurrió el domingo cuando salía de una reunión en el Centro de Encuentros y Amistad "Utopía", indicó la organización indígena sin precisar más detalles.

Gómez denunció el pasado 27 de septiembre en entrevista con Efe en Los Ángeles (EE.UU.), la persecución que están sufriendo las comunidades indígenas en Honduras a raíz de la construcción de un proyecto hidroeléctrico.

Además criticó duramente el proyecto Agua Zarca, que pretende desarrollar la empresa DESA en el suroeste del país centroamericano, y denunció que ya ha costado la vida a varios líderes indígenas y su desarrollo genera un impacto negativo en la comunidad circundante.

El COPINH señaló que Alexander García, líder de la comunidad de Llano Grande, Colomoncagua, en el departamento occidental de Intibucá, también el domingo, salió ileso del segundo atentado armado en su contra, cuando varios desconocidos "dispararon" contra la puerta y una de las ventanas de su casa.

"Los disparos fueron realizados con la intención de asesinar al compañero Alexander o a los integrantes de su familia", indicó la organización.

Según el COPINH, este es el segundo ataque que sufre García. El anterior atentado contra el líder indígena fue el pasado 6 de mayo, cuando fue tiroteado por "el exmilitar Enedicto Alvarado" cuando salía de su vivienda, sin que hasta el momento se precise algún móvil de los atentados.

La organización destacó que ambos ataques intentan "silenciar la lucha del COPINH en contra de los proyectos de muerte en los territorios (de los indígenas) lencas, impulsados por este gobierno corrupto, arrodillado a los intereses económicos nacionales y transnacionales".

Denunció además que "sicarios pagados por DESA", empresa de Desarrollos Eléctricos SA, han llegado a hacer "disparos en ráfagas" en la comunidad lenca de Río Blanco como una forma de "intimidación y amenaza" contra los que se oponen a la construcción del proyecto hidroeléctrico.

El COPINH indicó que a más de siete meses del asesinato de Berta Cáceres, caso por el que hay seis personas detenidas, "se sigue atentando contra la vida de quienes nos oponemos a la construcción de proyectos de muerte" como Agua Zarca y otra hidroeléctrica de la empresa HidroSierra en el río Negro de Colomoncagua.

"Continúan las agresiones de muerte contra quienes defendemos los derechos del pueblo lenca y queremos construir alternativas viables para el desarrollo de nuestras comunidades y del mundo entero, no el desarrollo de los bolsillos de unos pocos", señaló.

Resaltó que "ni el gobierno ni las instituciones han respondido a nuestras demandas de cancelación de proyectos inconsultos con las comunidades, la investigación independiente del asesinato (de Berta Cáceres), la desmilitarización de los territorios lencas y el cese a la persecución y estigmatización hacia el COPINH", según la información oficial.