Dentro de las obligaciones y las atribuciones del Presidente, de conformidad al Artículo 168 de la Constitución en los numerales 1 y 3, reza lo siguiente; Cumplir y hacer cumplir la Constitución, los tratados, las leyes y demás disposiciones legales y Procurar la armonía social, y conservar la paz y tranquilidad interiores y la seguridad de la persona humana como miembro de la sociedad. De modo que los funcionarios no tienen más facultades que las que expresamente les mandata la carta magna, y no pueden hacer nada fuera de ella.

Siendo consecuente con lo que manda la Constitución, el Presidente, está llamado a mantener el orden, la armonía social, conservar la paz y la tranquilidad y la seguridad de la persona humana. De tal suerte que buscar disminuir en público a sus disidentes e incitar a sus seguidores para que enfilen ataques contra los que piensan diferente a la presidencia, es contrario al precepto constitucional; qué decir del tuit que escribió el Señor Presidente, con relación a sus críticos sobre las jornadas laborales extenuantes de los miembros de la PNC.

Cito textualmente el tuit “Increíble que haya personas criticando a los que no pueden estar con sus familias, porque tienen que patrullar las calles en la madrugada, cuidando a los demás. Solo sirven para criticar y buscar defectos. Son un asco, sépanlo. Gracias a Dios y solo son el 4%” además de ser peyorativo, este mensaje constituye un menosprecio degradante a todos aquellos ciudadanos que no le endosaron su voto al presidente, de modo que con ello no se contribuye a la convivencia pacífica ni a la unidad del país.

Como tampoco es propio de un mandatario dirigirse de esa manera a los que disienten con él. El Salvador sigue siendo un Estado democrático, por lo tanto, existe pluralidad de ideas, de tal suerte que no todos pensarán como el presidente ni en contra de él. Sin embargo, las ideas deben de expresarse con tolerancia y respeto, pero si el presidente no se comporta a la altura y no da el ejemplo, es claro que la población que lo admira, seguirá esa dinámica de vilipendiar a todo aquel que no piensa igual, por eso se han visto incluso amenazas a muerte en las redes sociales.

De manera que el pueblo no puede continuar dividido. El Señor Jesús dijo: “Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae” (Lucas 11:17). Así que es labor de todo salvadoreño construir la paz, evitando pláticas estériles o contestando improperios. Las ofensas se tomen de donde vienen y tendrán la importancia que tú quieras darle, como dijera en una ocasión Victor Hugo, “quien me insulta siempre, no me ofende jamás” así que el insulto es el arma favorita del ignorante y del que carece de educación.

No obstante, sigo pensando que el silencio es más poderoso que las palabras, y también continúo convencido que el presidente tiene en sus manos una oportunidad de oro inigualable, en la que puede aprovechar positivamente esa popularidad para unir al país y construir consensos con las diferentes fuerzas vivas, dado que no es conveniente avanzar hacia el antagonismo; suficiente con el conflicto armado y con los más de 60,000 salvadoreños que han muerto producto de la violencia pandilleril.

Presidente, hoy usted goza del respaldo popular para hacer las cosas diferentes y no ser más de lo mismo. No se moleste cuando un conciudadano le pide rendición de cuentas o que transparente los gastos públicos; al contrario, rendir cuentas es la oportunidad que su Gobierno tiene para acallar a los disidentes e informar al pueblo, dado que esto fue lo que usted y sus seguidores tanto señalaron de las administraciones corruptas anteriores, con las famosas frases “devuelvan lo robado” y “cuando no se roba el dinero alcanza”

Ahora es su deber utilizar los recursos públicos de manera eficiente, y hacer que el dinero alcance, crear la sinergia entre los demás órganos de Estado, para menguar el gasto corriente del año próximo; eliminar la grasa de la hacienda pública, para reunir de ahí el dinero que se necesita para trabajar en la fase de la reconstrucción del tejido social del Plan Control Territorial. Creo que dentro de su equipo debe haber personas muy doctas en materia financiera y de consultoría legal, para indicarle cómo se pueden hacer los ajustes al presupuesto, para no seguir el camino de aumento de la deuda pública.