Cortesía La Prensa de Nicaragua


Un muerto y dos heridos, uno de ellos grave, por disparos de agentes policiales fue el saldo de un confuso incidente registrado este miércoles en el noroeste de Nicaragua, que organismos humanitarios calificaron de "acto de barbarie" y estimaron que podría tratarse de un nuevo caso de "represión letal".

La policía informó en un comunicado que en la madrugada del miércoles, durante la ejecución de una orden de allanamiento para la captura del "delincuente" Bryan Murillo, los agentes fueron atacados por éste y otras dos personas.

"Ante el inminente peligro de sus vidas, en legítima defensa, un miembro de la patrulla haciendo uso de su arma de reglamento respondió a la agresión", resultando muerto Bryan Murillo.

El hermano de la víctima, Kenner Murillo, y su tío Javier Cortez recibieron heridas de bala, según la información.



La versión oficial fue desmentida en declaraciones a la prensa local por familiares de los afectados, quienes aseguraron que los policías llegaron de madrugada a la vivienda disparando en la oscuridad.

Marina López, madre del fallecido, dijo que se trató de "un asesinato atroz" y negó que sus hijos fueran delincuentes.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) informó en Twitter que "tomó conocimiento de la muerte de Bryan Murillo López y las heridas ocasionadas por arma de fuego a su hermano Kenner y a Javier Cortez Castillo en León" y señaló que "sus familiares denuncian que la casa fue atacada en la madrugada por la Policía Nacional de Nicaragua".

Instó, además, al Estado a "realizar una investigación seria y profunda" del incidente ante la existencia de diferentes versiones sobre lo ocurrido.



-Represión letal-

Amnistía Internacional (AI) estimó en un comunicado que la muerte de Murillo y las lesiones a familiares demuestran una vez más "la brutalidad del gobierno de Daniel Ortega".

"Las circunstancias del operativo, así como el perfil de las víctimas, apuntan a que podría tratarse de un nuevo hecho de represión letal contra la disidencia", señala el texto, que cita a la directora de AI, Erika Guevara Rosas.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, a través de Twitter calificó el hecho de "asesinato" y exigió que los culpables sean encontrados y condenados.

El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) emitió un comunicado condenando el hecho, al que calificó de "acto de barbarie".



Testigos afirmaron que la familia Murillo es reconocidamente opositora al gobierno y que los hermanos Bryan y Kenner participaron activamente en las nutridas protestas antigubernamentales que estallaron en abril de 2018, primero contra una reforma a la seguridad social y luego en reclamo de la renuncia del presidente Daniel Ortega.

Organismos de derechos humanos estiman que producto de la represión a las protestas hubo desde entonces 325 muertos, 2.000 heridos y 62.500 exiliados.