La Asamblea Legislativa aprobó el martes la Ley Especial para el Ejercicio del Sufragio en el Extranjero, cuyo objetivo es garantizar el ejercicio del derecho a votar y además, el derecho a postularse a cargos de elección popular de los salvadoreños en el exterior, en cualquier lugar del mundo, a partir del 2024.

Con esto se cumple una sentencia de la Sala de lo Constitucional que por mucho tiempo no se atendió. La ley será aplicable para la elección de Presidente y Vicepresidente de la República, para Diputados al Parlamento Centroamericano, para Diputados a la Asamblea Legislativa y para miembros de los Concejos Municipales. Sin duda, se trata de una gran noticia para la diáspora salvadoreña que por décadas ha contribuido al desarrollo económico y social de sus familias y del país entero.

Por mucho tiempo a la diáspora solo se le ha buscado en tiempos electorales para pedirles contribuciones económicas y sin permitirles la participación que merecen como ciudadanos salvadoreños. Muchos de ellos precisamente abandonaron el país por razones políticas como el conflicto armado y muchos más por encontrar una mejor vida para ellos y sus familiares, algo que la realidad nacional les había negado. Pero ellos nunca renunciaron a sus raíces, a sus tradiciones, a su identidad.

La ley es positiva aunque tiene vacíos como el mecanismo de votación que hay que definir pronto, así como atender los cuestionamientos hacia las partidas de nacimiento, pero son temas que se deben subsanar para que los compatriotas en el exterior puedan ejercer su derecho de manera libre, segura y transparente, como debe ser.