Las nuevas decisiones en política exterior de la cual estamos siendo testigos, es diferente, positiva y más transparente. Antes del 1 de junio el presidente Bukele ya había dado algunas declaraciones de cómo se manejaría su política exterior, sus votaciones multilaterales (ONU, OEA, SICA) además de no reconocer gobiernos como Nicaragua, Venezuela, Honduras; muchos se mostraron sorprendidos que El Salvador ya no reconoce diplomáticamente a la República Árabe Democrática de Sarahaui, su representante asistió a la plaza Barrios durante el traspaso de mando presidencial, pocos sabíamos que el anterior gobierno había terminado la diplomacia con Marruecos.

Es importante mencionar que el Reino de Marruecos a partir de 2014 ya es un observador extra regional del Sistema de Integración Centroamericana, un acuerdo adoptado en la Secretaría General de SICA. Mencionado lo anterior, durante la presidencia pro témpore de SICA en Guatemala en el semestre anterior se suscribió un importante acuerdo de Cooperación entre los países centroamericanos y Marruecos para poder fortalecer acciones puntuales en cultura, medio ambiente, turismo, agricultura, acuicultura, entre otros temas.

En el caso de China Popular, se pudo conocer a través de medios escritos la opinión de uno de los 11 vicecancilleres que China Popular tiene, ellos han manifestado que su interés es exclusivamente de carácter comercial, para generar desarrollo en la zona oriental. La prensa japonesa se muestra muy atenta a lo que pueda suceder ya que el Puerto de La Unión fue gracias a un préstamo de la cooperación japonesa, eternamente debemos estar agradecidos con ellos, los japoneses procuran el desarrollo del oriente salvadoreño y son socios fundamentales.

En una conversación con matices de entrevista que pude tener con el excanciller, Oscar Santamaría, a inicios de junio, poco después que ocurrió el traspaso de mando presidencial, me manifestó que debemos vigilar muy de cerca todas las acciones en materia de política exterior con China Popular, pues se carece de la información necesaria del alcance de los acuerdos que se han firmado entre ambos gobiernos y cómo se beneficiaría a la población. Bukele manifestó tener apertura a continuar las relaciones diplomáticas con China Popular el mismo 1 de Junio en el Palacio Nacional cuando recibió a las delegaciones oficiales del extranjero; los que somos profesionales en relaciones internacionales debemos observar con detenimiento los acercamientos de la diplomacia del continente asiático en general para que la ciudadanía se vea beneficiada, pues la finalidad de las relaciones internacionales es lograr una cooperación internacional de calidad y no tanto de cantidad.

El presidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales, Eduardo Cáder, en su cuenta de twitter manifestó el 8 de Julio que las relaciones comerciales con China Popular deben ser en el marco de la transparencia, cumpliendo los marcos normativos establecidos por la Organización Mundial del Comercio (OMC), lo cual auguro que así sea. China Popular y Estados Unidos se encuentran en una guerra comercial declarada a nivel internacional, teniendo ya repercusiones serias en Latinoamérica, en este contexto El Salvador no puede mostrarse indiferente.

Para concluir, en este espacio editorial, se debe mencionar que la ministra de Relaciones Exteriores, Alexandra Hill tuvo una notable participación en el contexto de la 49° Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se llevó a cabo en Colombia, siendo el tema prioritario el tocante problema de la migración centroamericana y de Venezuela en Sudamérica, la ministra expresó la posición oficial del Estado de El Salvador: “desconocemos al régimen de Venezuela que lidera Nicolás Maduro”. Esto en coherencia con lo que el presidente Bukele habría manifestado en ocasiones anteriores a desconocer el régimen chavista venezolano, esto definitivamente es un cambio positivo en el manejo de la política exterior del gobierno.

La conducción de la política exterior en la diplomacia salvadoreña ha cambiado positivamente en el concierto de las naciones, acompañando a repúblicas democráticas y que anhelan el progreso tal como nosotros debemos aspirar, se han visto intenciones de poder trabajar en concordancia en el cumplimiento de acuerdos internacionales de carácter multilateral. Estados Unidos, Japón y la Unión Europea son importantes socios diplomáticos y comerciales que no sólo deben mantenerse dentro de nuestras relaciones diplomáticas, sino que mejorarse más y poder trabajar con ellos proyectos de redes viales, construcción de mejores escuelas y hospitales con los instrumentos oficiales de cooperación internacional.