El clamor por una reactivación económica del país se ha generalizado en los últimos días. Incluso el presidente Nayib Bukele ha anunciado una mesa técnica para analizar los pormenores que permitirán una reapertura paulatina de las actividades, algo que se puede lograr con orden, responsabilidad y protocolos sanitarios adecuados.

Esperamos que se logre un acuerdo después de semanas de desavenencias sobre esta temática, un entendimiento como base primordial para poder recuperar todo lo perdido económicamente.

Es evidente que tenemos un problema sanitario derivado de la pandemia, pero también es cierto que tenemos que aprender a convivir con el virus, que según la Organización Mundial de la Salud mientras no haya vacuna se volverá endémico. Por eso es vital aplicar protocolos sanitarios con gran responsabilidad, marcar el distanciamiento social y las medidas de protección del personal.

El Gobierno necesita atender la emergencia de salud y, para ello, necesita recursos que solo pueden obtenerse sosteniblemente de la recaudación de impuestos que genera la actividad económica, del consumo que generan los empleos. Aunque ha sido loable la labor gubernamental de subsidiar a los más pobres con alimentos y los $300, como bien ha repetido el propio presidente Bukele, el mejor programa social es el empleo.