Pero como bien ha dicho el Fiscal General, Raúl Melara, habrá que esperar que “esta reducción sea sostenible en el tiempo”. Para ello son necesarios, por supuesto, los recursos financieros que el Ejecutivo requiere, pero también una estrategia sostenida de combate al crimen y la recuperación de territorios.
Uno de los grandes problemas de los gobiernos anteriores es que hacían mucho ruido y pocas nueces, solían anunciar planes de seguridad “para la foto” y que luego se abandonaban. La población entonces dejaba de confiar en promesas que en la realidad no se concretaban.
Es importante la reducción de homicidios pero la población también debe empezar a sentir que puede circular y vivir en paz en nuestras calles y colonias. El combate a las extorsiones es también fundamental para todos los salvadoreños que de una u otra manera sufrimos ese flagelo.
Todos esperamos que los planes de seguridad tengan éxito para beneficio de los salvadoreños, con firmeza e imponiendo la ley en el marco del respeto a los derechos humanos.