Foto de ABC News
Estados Unidos ha comenzado a echar mano de una prueba de presencia de covid-19 en edificios y locales, una herramienta que servirá para garantizar espacios libres del virus o saber dónde hay que desinfectar constantemente.
Según la cadena ABC News esta tecnología ha sido desarrollada y probada en la Universidad de Oregon, puede proporcionar una nueva armadura en la batalla contra el coronavirus.
"No podemos evaluar a todas las personas todos los días, pero podemos evaluar todos los edificios todos los días. Además, los edificios se están probando y los resultados llegan en 24 horas y pueden ayudar a guiar las acciones al día siguiente o las operaciones del edificio, los controles o el rastreo de contactos”, detalló a la ABC News Kevin Van Den Wymelenberg, director del Instituto de Salud y Medio Ambiente de la Universidad de Oregón.
Al probar los conductos de aire, partículas de aire y superficies, los investigadores creen que pueden identificar lugares donde ha habido exposición y si el edificio pone en riesgo al público.
“Estamos probando todo el aire de todas las habitaciones que están siendo reutilizadas y aspirado las rejillas de aire, casi como una aspiradora aspira aire junto con polvo", dijo Van Den Wymelenberg.
Los investigadores dicen que si el virus se detecta en un edificio, existen varios factores atenuantes que se pueden utilizar para limitar la propagación, como aumentar la filtración, desinfectar superficies o realizar pruebas en humanos.
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"Creo que los edificios son realmente el motor de nuestra economía y realizar las pruebas en los edificios es la clave para volver a encender el motor", agregó Van Den Wymelenberg y agregó que con estas pruebas “podemos tomar ese conocimiento de las pruebas en estos edificios y ayudar a guiar las estrategias de mitigación y, si es necesario, poner el edificio en cuarentena nuevamente durante un corto período de tiempo para hacer una limpieza profunda y luego volver a abrir el edificio".
Si bien aún no está claro si el virus puede transmitirse por el aire, la Organización Mundial de la Salud y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han dicho que es posible.