En el país, las autoridades sanitarias usan la Hidroxicloroquina en pacientes confirmados con el virus. / DEM


Tras un estudio que evidenció que la cloroquina e hidroxicloroquina no ofrecen ningún beneficio para los pacientes con COVID-19, el ministro de Salud, Francisco Alabí, dijo que el análisis sobre el uso de dicho fármaco “se está haciendo”, y en el momento “adecuado se puede ajustar el protocolo para limitar o persistir”, con su uso en el país.

Alabí afirmó en entrevista televisiva, ayer por la mañana, que hay diferentes estudios sobre el uso de hidroxicloroquina en pacientes confirmados con el nuevo coronavirus. Dijo que algunos de los análisis evidencian que el fármaco puede generar complicaciones cardíacas. Sin embargo, ante la nueva evidencia científica, manifestó que el “análisis se está haciendo”, y que “en el momento adecuado se puede ajustar el protocolo para limitar o persistir con el uso del medicamento”.

“Quiero que la población tenga la claridad que ante nueva evidencia de este medicamento, que pueda generar complicaciones, nosotros estamos ajustando constantemente los protocolos de medicamentos y si es necesario retirar este medicamento se hará”, aseguró.

El pasado 22 de mayo la revista The Lancet publicó que “el tratamiento con cloroquina o su homólogo hidroxicloroquina (tomado con o sin los antibióticos Azitromicina o Claritromicina) no ofrece ningún beneficio para los pacientes con COVID-19”.

Ayer, la Organización Mundial de la Salud (OMS) suspendió de manera “temporal” los ensayos clínicos que se realizan en diferentes países sobre la hidroxicloroquina, como medida de precaución, debido al estudio publicado en The Lancet, hasta que se analicen los datos del estudio.

La OMS inició hace más de dos meses ensayos clínicos sobre los efectos de la hidroxicloroquina, bautizados “Solidaridad”, con el fin de encontrar un tratamiento eficaz contra la COVID-19.

El amplio estudio realizado con cerca de 15,000 enfermos, ni la cloroquina, ni su derivado hidroxicloroquina, son eficaces contra el COVID-19 en los enfermos hospitalizados y estas moléculas aumentan incluso el riesgo de muerte y de arritmia cardíaca.