Indudablemente el que tiene la chequera también tiene el poder de pagar la canción que quiera, en ese sentido el gobierno central ha volcado toda la ayuda hacia el partido Nuevas Ideas, para que este a su vez reparta en las diferentes ciudades, cantones, comunidades y caseríos canastas con víveres, semillas mejoradas, mascarillas y alcohol gel entre algunos insumos que provienen de los impuestos de los contribuyentes, además ello hay candidatos del partido NI, que son funcionarios públicos, en consecuencia tienen doble función, lo cual lo prohíbe tajantemente el Articulo 127 N. 1 de la Constitución, dado que ello provoca un conflicto de intereses de conformidad al Art 218 Cn. que dice así “Los funcionarios y empleados públicos están al servicio del Estado y no de una fracción política determinada. No podrán prevalerse de sus cargos para hacer política partidista. El que lo haga será sancionado de conformidad con la ley”.

En otras palabras el Tribunal Supremo Electoral, que es el garante de la legalidad del proceso electoral y que cada candidato cumpla con los requisitos que establece la Constitución y el Cogido Electoral, debió de haber observado la candidatura de algunos funcionarios públicos que ostentan un ministerio o viceministerio en la administración Bukele.

No obstante, el TSE, no ha cumplido su mandato de aplicar la ley, incluso ha sido cómplice de la inscripción de aquel candidato a diputado por San Salvador de NI que tiene un proceso penal en su contra por expresiones de violencia, de modo que carece de notoria honradez e instrucción, es decir que para ser candidato a diputado hay que tener decencia y moralidad, en lo privado y en lo publico, pero este candidato que les menciono no solo es vulgar en las expresiones, sino que es una persona violenta que pasa amenazando a todo aquel ciudadano o funcionario publico que no piensa igual al presidente Bukele.

De modo que hay toda una conspiración de diferentes funcionarios públicos que se han subyugado ante la eminente fuerza avasalladora representada por el presidente Bukele, que ahora busca tomar el control absoluto de la Asamblea Legislativa, todo ello ante la vista impávida de empresarios, académicos, clase media y el resto de la población que prefieren no emitir opinión ante los abusos y la corrupción latente, que perder su fuente de ingresos o negocios que están ejecutando con el gobierno central, sin embargo lo que ahora esta en juego, es mas grande que las monedas que ahora reciben producto de los negocios estatales.

Las libertades individuales que ahora conocemos, como; el poder circular libremente, permanecer o salir del territorio, la libertad de expresar y difundir las ideas por medio de las diferentes plataformas de comunicación, y el secreto de las comunicaciones individuales, son algunos de los derechos que están en juego, y que son justamente los principios sobre el cual descansa la democracia y la Republica, ya que estos son los elementos que ha buscado cooptar el presidente Bukele, por esa razón ha creado una gran cantidad de medidos de comunicación, digitales, radiales, impresos y canales de televisión.

Con el único fin de controlar lo que se dice sobre la gestión del gobierno actual, en otras palabras no se puede hablar mal del presidente ni de su gabinete, ni tampoco se puede hablar de los actos de corrupción, ni de lo poco transparente que han sido en el manejo de los miles de millones de dólares que han tenido a su disposición en el contexto de la pandemia, ni la falta de rendición de cuentas ante la Asamblea Legislativa, dicho de otra manera la única verdad que vale y valdrá es la que dicen los medios del presidente.

Por esa razón es que los salvadoreños debemos abrir bien los ojos en las próximas elecciones y no dejarse vender espejitos, ya que demasiados saqueos han existido en el pasado por parte de malos funcionarios públicos de ARENA y el FMLN, como de funcionarios del presidente Bukele, que se están dando la vida de multimillonarios, cobrando sobresueldos jugosos con la mentira que son ad-honorem, haciendo negocios a manos llenas con el gobierno, mientras miles de salvadoreños se están muriendo de hambre.