Zapatos, ropa y diversos productos se comercializaron adentro del cementerio de San Miguel, ayer. / Rosa Fuentes


Cada año, el Día de Difuntos, don José Mártir viaja desde Torola, Morazán, hasta el cementerio general de San Miguel; ayer llevó flores a la tumba de su hermano fallecido hace 36 años,
esto lo hace ser conocedor de primera mano, de cómo el comercio y el desorden roban la solemnidad de la fecha.

“Venimos a recordar a nuestros seres queridos, a meditar. El desorden, ruido y basura no nos ayudan”, lamenta al expresar que el comercio informal debe permanecer en los mercados.

Pero admite que quienes compran por facilidad cerca del camposanto, son los primeros responsables de todos los problemas que menciona.

Varios dolientes coinciden con él y varios señalan que en los últimos cinco años, el problema se ha agravado.“A la alcaldía sólo le importa cobrar a los vendedores”, dijo uno.

Molestos, algunos limpiaban la basura arrojada por otras personas, entre las tumbas.Otros señalaron que el problema se extiende a la avenida Roosevelt ya que las aceras están obstruídas por vehículos y los peatones deben caminar por la vía.

Nicolás Hernández lamentó que la División de Tránsito de la Policía Nacional Civil (PNC) pasa a cada momento por el sector, sin tomar medidas. “No solo es en estas fechas, es todo el tiempo”, indica.

El inspector jefe de Tránsito Terrestre, de la PNC, quien se identificó con el apellido Torres, manifiesta que “no sabía del problema”, pero que “tomará cartas en el asunto”.

Advierte que si hay vehículos que obstaculizan el paso peatonal, los conductores serán sancionado con una multa de $34.29 y el decomiso de placas.

 

Los vendedores

José Guandique es uno de los comerciantes y considera que tienen derecho a permanecer ahí en esta época. “Para vender aquí dos días pagamos $10 a la alcaldía. Este año ha sido el más malo, no hay muchos compradores”, lamenta.

Admite que no se debe de faltar el respeto a los difuntos ni a los dolientes. Pero “estamos pagando y la gente compra, es una fuente de ingresos y tenemos familia que que alimentar”, reitera.

Un elemento del Cuerpo de Agentes Metropolitanos (CAM), quien no quiso identificarse, admitió que las ordenanzas prohíben este tipo de comercio, pero que no se aplican.“Estamos dando seguridad juntos con la Policía Nacional Civil, para que no se den trifulcas o asaltos dentro del cementerio”, dijo.

Mientras muchos se quejaban, los militares realizaron honores a todos sus héroes caídos en combate. Una ofrenda floral en la tumba del coronel Domingo Monterrosa y banderas en cada una de las tumbas en que reposan los restos de militares, eran las señales.