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Las víctimas de la violencia, ocasionada por las pandillas salvadoreñas, deben continuar siendo una "prioridad" para la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDDH), dijo en una entrevista con Efe el ombudsman David Morales, quien podría ser reelegido o sustituido el próximo 9 de agosto.

Morales, quien concluye su mandato al frente de la institución el 6 de agosto próximo, consideró que la "defensa por los más vulnerables y por las personas que sufren la violencia, debe ser la bandera de trabajo y debe ser cargada, independientemente a las presiones políticas o de otro índole que se generen".

"Las afirmaciones que dicen que la PDDH no cuida a las víctimas, sino a los delincuentes, no son ciertas (...) la PDDH nunca ha defendido a los delincuentes frente a la población inocente", subrayó.

En tres años al frente de la PDDH (2013-2016), el procurador afirmó que durante su gestión se realizó una labor con "menos burocracia, menos trámites lentos, y se llevaron a cabo más gestiones directas de protección y de atención".

"Se ha trabajado en la promoción de los derechos humanos a favor de las personas que sufren abusos de parte de la autoridad pública o de la delincuencia ocasionada por los grupos criminales", sostuvo el defensor del pueblo.

El funcionario indicó que al inicio de su gestión se preguntaba "qué es lo que más está dañando a la población salvadoreña y la respuesta fue que la violencia y la migración eran los ámbitos donde más se tenía que trabajar".

"Durante mi gestión se cambiaron los protocolos internos, por lo que las víctimas de las pandillas ya no reciben sólo una orientación o asistencia, sino que tienen un acompañamiento al máximo de parte de toda la institución", apuntó.

Recalcó que el Estado salvadoreño tiene el deber de proteger a la población, sin embargo "ha fallado en sus políticas de seguridad para brindar protección a las víctimas y a la población en general", y debe de cambiar "sus perspectivas y generar condiciones de estabilidad social".

"Como PDDH nos hemos situado al lado de las víctimas, le hemos dicho al Estado que ha fallado en sus políticas y le hemos insistido en que las políticas que se implementan tienen que ser más efectivas, tienen que ser más integrales para obtener respuestas efectivas", sostuvo.

Además, el defensor del pueblo insistió en que el Gobierno del país centroamericano debe crear redes de albergues para proteger a la población perjudicada, desarrollar la asistencia psicológica y social y establecer un fondo básico económico para las familias que han sido víctimas de la violencia.

Por otra parte, el ombudsman señaló que la entidad de derechos humanos debe seguir "protegiendo" a las personas con discapacidad, a los pueblos indígenas, a la población que vive con VIH, a las afectadas por la vulnerabilidad ambiental y a la comunidad LGTBI.

"La opción por las víctimas, las personas en vulnerabilidad, y todos esos sectores que sufren de discriminación, es lo que deberá ser el centro de todo y es lo que debe de asumir cualquier procurador", agregó.

Durante el tiempo al frente de la institución, el ombudsman denunció y se pronunció, en repetidas ocasiones, sobre la ola de asesinatos que enfrenta el país, las situaciones que genera el cambio climático, los casos de ejecuciones extrajudiciales y demás temas.

El pasado 2 de julio, La Asamblea Legislativa de El Salvador autorizó, con 75 votos de 84 posibles, el inicio del proceso para la elección del nuevo titular de la PDDH.

El 25 de julio, una subcomisión política del legislativo concluyó el proceso de entrevista a cada uno de los aspirantes al cargo.

Los candidatos al cargo de procurador de Derechos Humanos son: David Ernesto Morales Cruz (busca reelección), Salvador Méndez Gonzáles, Sonia Maritza Sales Rivera, Marlon Harold Cornejo Ávalos y Juan José Zaldaña Linares, informó en su momento el Congreso salvadoreño.