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¿Hambre? Una mordida le bastó para confirmar a este felino que no se trataba de algo comestible. En el centro de rehabilitación NABU en Kirguistán, en Asia, un irbis o leopardo de las nieves quedó intrigado por su presa.

La supuesta presa resultó ser una cámara oculta, ubicada en el centro de rehabilitación animal que la organización NABU posee en Kirguisistán, y para familiarizarse con el extraño objeto le dio un mordisco, con lo que comprobó que no se trataba de comida.

Esta especie de felino es una de las más amenazadas del mundo.

Según estimaciones recientes, solo quedan unos 250 leopardos de las nieves en Kirguisistán. En pocas décadas, entre el 50 y el 80 por ciento por ciento de los animales han sido víctimas de la caza furtiva y el comercio ilegal. Entre otras cosas, las pieles de irbis se transforman en abrigos, indica NABU.