Pocos puestos ofrecen útiles escolares en la populosa Rubén Darío del centro histórico de San Salvador. / Victor Landos.


Es el primer viernes de enero y hay un cielo despejado. En la calle Rubén Darío, del Centro de San Salvador, es costumbre que los vendedores vociferen sus artículos: ropa, zapatos, juguetes y el artículo “en boga” de este tiempo de pandemia: la mascarilla.

Tal es la importancia de este artículo, que los vendedores han optado por casi no ofrecer útiles escolares, y en su lugar proliferan los puestos de mascarillas.

/ Victor Landos.


En otros años, esta concurrida arteria se ha visto abarrotada de ventas de útiles y otros artículos escolares como mochilas, lapiceros, lápices y libros.

Buscar una venta de artículos escolares, es casi como buscar una aguja en un pajar, las pocas que hay, debido a la forma en la que arreglan los cuadernos, fácilmente se pueden confundir con una venta de mascarillas en donde tienen apiladas cajas de las mismas, que ofrecen a los transeúntes que caminan por el reducido espacio.

/ Victor Landos.


Son pocos los padres que se acercan a preguntar sobre los precios de los cuadernos, a lo lejos se ve a una madre con sus tres hijos pequeños detenerse en uno de los puestos, habla brevemente con la vendedora dueña del puesto y reinicia la marcha.

Todos los comerciantes consultados están de acuerdo que, de lo poco que han vendido, los libros son los que menos interesa.

/ Victor Landos.

“Lo que no se vende casi nada son los libros, los libros es poco, ni preguntan el precio, ni nada de eso”, asegura Jazmín Abarca, una de las pocas vendedoras que se pueden encontrar vendiendo útiles escolares.

La pandemia obligó a las personas a migrar al mundo digital, y parece que la lectura también habría migrado a esa nueva era.

Pequeños puestos ofrecen artículos escolares este año. / Victor Landos.