Tan solo 71 días separan la conquista del 17º título de los Lakers en las Finales ante Miami Heat, con el que empataron el récord de los Boston Celtics, del estreno de la campaña 2020/21 ante sus vecinos, los Clippers.
En este periodo de poco más de dos meses, el más corto de la historia entre temporadas, la franquicia angelina ha tenido que reponerse de un extenuante 2020 en el que afrontó la trágica muerte de Kobe Bryant, un largo parón de juegos por el coronavirus, las protestas contra el racismo y el aislamiento de tres meses durante los playoffs en la sede “burbuja” de Disney World (Orlando).
En una campaña que se prevé imprevisible por los efectos de la pandemia, los Lakers cuentan con la ventaja del liderazgo que ofrece LeBron, el jugador con la receta mágica para alcanzar las finales, que solo se ha perdido un año en la última década.
Los Lakers han reforzado aún más su plantilla para que su estrella, que cumplirá 36 años el próximo 30 de diciembre, pueda llegar en su mejor forma a los playoffs, que arrancarán el 22 mayo y terminarán pocos días antes del inicio de los Juegos Olímpicos de Tokio (23 de julio - 8 de agosto), otra cita que ‘King’ James tenía subrayada en rojo.
“Ser humildes”.
Los Lakers afrontan la campaña con la tranquilidad de haber renovado a James hasta 2023 (por 85 millones de dólares) y a su otra figura, el pívot Anthony Davis, hasta 2025 (190 millones), ambos integrantes del mejor quinteto de la pasada temporada.
Estas contrataciones compensan con creces las marchas de los veteranos Dwight Howard y Danny Green a Philadelphia, JaVale McGee a Cleveland, Rajon Rondo a Atlanta y Avery Bradley a Miami.