Negocios del sector informal de San Salvador cerrados por el confinamiento implantado entre marzo y agosto para prevenir el avance del covid-19. /DEM
El Banco Central de Reserva (BCR) confirmó que El Salvador cayó en recesión económica al sufrir una contracción de -10.2 % en el tercer trimestre del año debido a la pandemia del covid-19.
La institución es la encargada de publicar cada trimestre el dinamismo económico correspondiente a los tres meses anteriores. La noche de este martes (23/12/2020) actualizó que el Producto Interno Bruto (PIB) continúa sin recuperar los niveles de pre-pandemia y anotó una contracción de -10.2 % en el tercer trimestre del año.
Con esta actualización se confirma que El Salvador se encuentra en recesión económica, pues para que un país caiga en esta situación en rigor deben registrarse dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo.
En el caso de El Salvador, el BCR registra que el PIB del primer trimestre tuvo apenas una avance de 0.46 %, pero para el segundo trimestre se desplomó a -19.80 % y para el tercer trimestre se mantuvo en terreno negativo con una caída de -10.2 %.
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El crecimiento económico se compara de manera interanual, así el PIB del tercer trimestre debe enfrentarse con el dinamismo mostrado en el mismo período del año pasado. En ese sentido, el BCR reporta que la riqueza generada durante el tercer trimestre de 2020 fue de $5,975.85 millones, una cifra inferior a los $6,711.04 millones reportados en 2019.
Significa que la economía salvadoreña dejó de producir $735.19 millones. A esa reducción en la riqueza se le vincula la caída en el empleo, la producción, bienestar y capacidad de los hogares de comprar.
Esta caída ya era advertida por los economistas, quienes retomaban que el país ya había caído en recesión al considerar que el Índice de Volumen Actividad Económica (IVAE), un indicador de corto plazo del dinamismo económico, acumula siete meses de contracciones.
¿Menor caída significa recuperación?
El BCR, en tanto, considera que hay “una recuperación sin precedentes” en la economía salvadoreña porque la caída del tercer trimestre fue menor en 9.6 puntos la registrada en el segundo.
“El resultado del tercer trimestre de 2020 se encuentra relacionado a las fases de reapertura económica y al proceso realizado por las empresas salvadoreñas, que en un corto tiempo generaron condiciones para innovar, digitalizar y crear nuevos productos y canales de distribución”, dijo la institución en un comunicado.
Aseguró que esa recuperación fue determinada “por un incremento productivo en casi todas las actividades”, donde destaca la industria manufacturera, la construcción, comercio y actividades de alojamiento.
Sin embargo, para los expertos en materia económica El Salvador aún no se encuentra en recuperación económica sino que la caída perdió intensidad frente a los meses de mayor confinamiento.
La semana pasada, el economista Mauricio Choussy consideraba que “no podemos hablar de recuperación” porque la economía “todavía se está contrayendo y, probablemente, veamos un pequeño crecimiento hasta el primer trimestre del 2021”.
Consultado en ese momento a Rommel Rodríguez, economista de la Fundación Nacional para el Desarrollo (FUNDE), consideró que al comprar la caída con los meses de confinamiento sí hay recuperación, pero advirtió que en rigor la actividad económica debe compararse de manera interanual y es entonces cuando se nota que la economía aún se encuentra en terreno negativo.
Proyecciones.
El Salvador se enfrenta a su peor crisis económica de los últimos 40 años y los economistas comparan las caídas del PIB con la recesión sufrida durante el Conflicto Armado cuando se observaron bajas de hasta -9.86 %.
El BCR prevé que la economía salvadoreña cierre en 2020 con una caída económica entre el -7 % y -8.5 % por el “desempeño favorable de distintos indicadores en los meses de octubre a diciembre”.
Para 2021, por su lado, proyecta que la economía muestre un avance entre 3.5 % y 4 % que estaría impulsado por una mejora en el ingreso de los hogares, la inversión pública y privada, y mejores condiciones internacionales para las remesas y exportaciones.
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