La popular pareja formada por el príncipe Guillermo y su esposa Catalina, cada vez más considerados como el futuro de una monarquía británica envejecida y un tanto apolillada, celebra este jueves su décimo aniversario de matrimonio.

Guillermo y Catalina se casaron en la abadía de Westminster el 29 de abril de 2011, tras haberse conocido en la universidad escocesa de St Andrews y haber compartido siete años de relación. Ahora tienen tres hijos: el príncipe Jorge, de siete años; la princesa Carlota, de cinco, y el príncipe Luis, de tres años.

En un vídeo publicado el jueves en las redes sociales para la ocasión, la pareja aparece jugando con los niños en el jardín de su casa de Norfolk, en el este del país, asando malvaviscos en una hoguera de leña y paseando por las dunas.

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Después de haber ejercido durante una década sus funciones de duque y duquesa de Cambridge, los títulos que les otorgó la reina cuando se casaron, la pareja forma parte de los miembros más apreciados de la institución.

Ambos han sabido combinar el desempeño de sus obligaciones protocolarias y obras de caridad con una gran discreción sobre su estado de ánimo, y ya se les considera el futuro de la monarquía.

Adaptándose perfectamente al mensaje "Never complain, never explain" (Nunca quejarse, nunca justificarse), también presentan un contraste con el turbulento hermano de Guillermo, Enrique, y su esposa, Meghan, que sacudieron a la institución con sus confidencias y acusaciones de racismo.

Relaciones tensas


La pareja denunció una falta de apoyo y acusó de racismo a un miembro de la institución, sin revelar su identidad, lo que empujó a Guillermo a defender la monarquía, asegurando a los periodistas que la suya no es "en absoluto una familia racista".

Enrique también afirmó que Guillermo y su padre, el príncipe Carlos, estaban "atrapados" por las convenciones sociales, y Meghan acusó a Catalina de haberla hecho llorar antes de su boda, en 2018.

Estos episodios les granjearon pocos seguidores a Enrique y Meghan, cuya popularidad en el Reino Unido sigue siendo mucho menor a la de otros miembros de la familia real, que en un conjunto se beneficia de un aumento de la simpatía de los ciudadanos desde la muerte de Felipe.

Según los sondeos, los Cambridge gozan de una gran popularidad. Guillermo, por ejemplo, es mucho más apreciado que su padre, hasta el punto que un tercio de los británicos desearía que fuera él quien sucediera a su abuela. En cuanto a Catalina, es la tercera persona más popular de la familia y dos tercios de los británicos opina bien de ella, según un sondeo del instituto YouGov publicado el martes.