Muchas personas estaban esperando ser atendidos desde las 4 o 5 de la mañana./ Víctor Landos

Una fila de unos 350 metros con decenas de personas paradas bajo el sol y sin distancia física esperaban depositar dinero a los privados de libertad, ayer, y esta misma escena ha sido observadas durante dos semanas en los alrededores de las oficinas centrales de Centros Penales, en Centro de Gobierno, a pesar de que el mismo Ejecutivo realiza un llamado para evitar aglomeraciones.


Ante esto, la Dirección General de Centros Penales informó que se han emitido instrucciones para que se ejecuten medidas de bioseguridad como la toma de temperatura, uso de amonio cuaternario para el calzado, la limpieza, el personal de seguridad y personal médico presente para que se cumpla el distanciamiento social.


El personal de la institución sí cumple con la mayoría de las medidas antes mencionadas, incluso han desarrollado la mecánica de entregar un papel con el que se coloca el nombre del familiar, el del privado de libertad, y el monto a depositar para agilizar el proceso.


Sin embargo, hasta las nueve de la mañana de ayer, no se observó presencia de personal médico o coordinadores que verifiquen el cumplimiento de las medidas de distanciamiento, así como del uso correcto de la mascarilla, en casi 350 metros de una fila de personas que se extendían desde las oficinas que recoge el dinero de los reos, hasta el Instituto Nacional de Pensiones de los Empleados Públicos (INPEP).




En la entrada de la oficina de Centros Penales, las personas se lavaban las manos y limpiaban su calzado./ Víctor Landos.

¿Pero por qué los familiares de los reos no guardaron la distancia?


Sumado a que no existe personal que exija cumplimiento de medidas de bioseguridad, los mismos familiares indicaron que “aquí todos estamos topados, aquí no hay distanciamiento, que dos metros, aquí nos topamos porque si uno no se topa viene otro y se mete en la cola”.





Algunas personas argumentaron que estas largas filas se deben a que muchos no han podido depositar dinero a sus familiares presos desde marzo de este año, debido al confinamiento.


También porque muchas personas tendían a colarse en la fila, y por esto preferían mejor agruparse para evitar que se les arrebatara su lugar.




El lunes que vine yo, había esta cola y otra que redoblaba y había bastante, de hecho se ve larga, pero es menos porque no hay otra, aquel día sí habían dos filas, ahorita siento que van pasando más rápido”, expresó otra familiar de un privado de libertad.



Además, la falta de distancia ocurrió porque muchos llevan más de dos días intentando hacer su depósito, frustrando el intento y teniendo como única opción este 23 de diciembre, que era el último día para depositar el dinero en el 2020.




La fila daba la vuelta a la cuadra del centro de gobierno. / Víctor Landos.

El mecanismo utilizado se basa en un depósito que no puede sobrepasar los $150 acumulados en cada una de las cuentas de los privados de libertad, luego este se les deposita en un número de cuenta del Sistema Penitenciario, para que posteriormente el privado adquiera productos en las tiendas institucionales del centro penal sin que tenga acceso directamente al dinero, pues todo se realiza de manera electrónica.



Llamado de atención.


Las largas filas en la oficina de Centros Penales suceden en un momento de aumento de contagios de covid-19, que llegan casi a las 300 personas positivas por día, y mientras esta semana, el Ministerio de Salud y diferentes funcionarios de Gobierno realizaron un llamado para no bajar la guardia en la época de fin de año.




Lamentablemente seguimos viendo aglomeraciones, seguimos incluso viendo compras y aglomeraciones increíbles alrededor de centros comerciales, alrededor de plazas y se están haciendo actos masivos”, indicó Carolina Recinos, Comisionada Presidencial para Operaciones y Gabinete de Gobierno, durante una conferencia de prensa.



 

Hasta ayer se contabilizan 43,772 casos de covid-19 en todo el país, dentro de los cuales 1,274 ya han fallecido por el virus, sin embargo, aún instituciones gubernamentales como Centros Penales presentaron deficiencias en el cumplimiento de las medidas de bioseguridad.




Aunque la mayoría de los familiares de reos usaban mascarilla, siempre habían algunos que se la quitaban./ Víctor Landos.