Los integrantes de la organización Salvemos Río Sapo instaron, este jueves, al Gobierno a declarar esta región boscosa de Morazán como Área Natural Protegida y establecer controles medioambientales que frenen la degradación de la cuenca de este río de Arambala, considerado el más limpio del país y cuya porción de área boscosa fue consumida esta semana por un voraz incendio forestal.
A la fecha se estima que el incendio ha afectado unas 500 hectáreas (unas 715 manzanas), es decir, aproximadamente el 8.33% del área natural total”. alerta el equipo de Salvemos Río Sapo.
Sus integrantes se sumaron a las tareas de extinción del fuego apoyados por comunidades locales, la sociedad civil organizada y algunas entidades de Gobierno, pero reitera que los daños en esta ocasión no son más que las consecuencias de denuncias que la organización ha hecho desde 2018.
“En el caso de río Sapo, el actual incendio es el resultado de un continuo proceso de degradación ambiental palpable, que desde finales del 2018 hemos venido denunciando”, destacan sus ambientalistas al señalar que el desarrollo de un turismo desordenado y destructivo, el crecimiento de los asentamientos humanos, el déficit hídrico, el desarrollo sin control, además de la tala, caza y pesca furtivas, están acabando con esta región natural de 6,000 hectáreas.
La actual tragedia se habría podido prevenir, si los señalamientos que durante los últimos tres años hemos venido repitiendo no hubieran caído en oídos sordos; si las autoridades competentes hubieran hecho su tarea de normar adecuadamente los proyectos ya existentes, frenar cualquier nuevo proyecto, declarar toda la cuenca alta del río Sapo como área natural protegida y dotarla de personal y equipo adecuado para su vigilancia y control”. reprocha la organización.
Este jueves las autoridades y protectores ambientales de esta región celebraron que se logró controlar el incendio luego de tres días de avance y depredación.