La empresa coreana Booyoung donó 1,000 pianos digitales tipo Clavinet al Ministerio de Educación, con lo cual la institución prevé impulsar los programas en torno a la música y las artes.


La Ministra de Educación, Carla Hananía, indicó durante una entrega simbólica a ocho centros educativos, que con estos pianos se apoyará el proyecto “¡Soy Música!”, así como el Bachillerato Técnico Vocacional en Expresiones Artísticas en la modalidad de música, danza y artes plásticas.




La empresa Booyoung, es una empresa coreana que ha donado a El Salvador, al Ministerio de Educación, mil pianos de estos digitales, que tienen como propósito educativo despertar el interés y el gusto por la música y el arte en nuestros estudiantes”, señaló la ministra.



El Complejo Educativo Concha Viuda de Escalón, el Centro Escolar Juana López, el Centro Escolar Doctor Darío González, la Escuela de Educación Parvularia de la colonia Santa Lucía, Centro Escolar Comunidad Aarón Joaquín, Escuela de Educación Parvularia Rosaura Zapata, Centro Escolar José Mariano Calderón y el Centro Escolar Primero de Julio de 1823, fueron las primeras ocho instituciones en beneficiarse con estos pianos.


Además, durante esta entrega Hananía anunció que se otorgaría 49 pianos en centros escolares de Santa Ana, Sonsonate y Ahuachapán, 110 más en escuelas de Cabañas, Chalatenango, Cuscatlán, La Libertad y Ahuachapán, y 50 pianos a instituciones de San Miguel, Usulután, La Unión y Morazán.


El ministerio entregará estos mil pianos a 500 instituciones educativas a nivel nacional destacándose que algunas escuelas recibirán más de un piano debido a la matrícula registrada, por otro lado, ya en octubre del 2019 se anunciaba por parte de Educación que los primeros 220 pianos digitales de un total de mil habían arribado al país.


“Esta importante donativo, nos ayuda a promover las habilidades artísticas en cerca de 500 centros escolares a nivel nacional”, informó la funcionaria.


La ministra hizo el llamado al sector docente para tomar las habilidades musicales como una “inteligencia musical”, alistándose a recordar que “no solo los alumnos buenos para matemáticas y lenguaje son inteligentes”.