"La casita encantada" fue destruida por un vehículo en El Tránsito
Una mujer de 88 años vivía en un humilde hogar, cuyas paredes fueron construidas con botellas, muestra de su creatividad y pobreza.
Un vehículo se estrelló contra "la casita encantada", una vivienda construida de botellas plásticas,por su propietaria, María Bersabé Ponce de 88 años de edad, en el cantó El Borbollón, El Tránsito, San Miguel, la madrugada del 10 de mayo y destruyó las ilusiones de la anciana.
El siniestro agravó la condición de pobreza de anciana, quien milagrosamente sobrevivió al choque. Ponce relató que ella estaba orando al momento que un vehículo tipo pick up, se estrelló contra la pared frontal de su casita de botellas plásticas.
El siniestro agravó la condición de pobreza de anciana, quien milagrosamente sobrevivió al choque. Ponce relató que ella estaba orando al momento que un vehículo tipo pick up, se estrelló contra la pared frontal de su casita de botellas plásticas.
"Estaba acostada cuando sentí que cayeron unas piedras pero pensé que caían mangos del árbol, pero al mismo momento sentí que el carro venía encima y no tuve tiempo de agarrarme la cabeza", relata la octogenaria, entre lágrimas.
"Por milagro de Dios, mi abuela está con vida. Ella estaba durmiendo en una hamaca cuando de repente escuchamos un fuerte estruendo. Por la falta de energía eléctrica no habíamos visto que la casa de mi abuela estaba, la parte de enfrente, destruida y un pick uk up que realizaba maniobras y chillaba las llantas buscaba la salida nuevamente a la carretera" cuenta José Ponce, nieto de la anciana.
Con las luces de las lámparas vimos a mi abuela con la manos en su cabeza y temblando de nervios, sentada en la hamaca. Corrimos hacia ella porque pensamos lo peor". José Ponce, nieto de María Bersabé.
La familia de la anciana no pudo reconocer al conductor debido al polarizado del vehículo y presumen, conducía bajo efectos del alcohol y por eso buscó huir. Aseguran se fue rumbo a San Miguel.
Los lugareños la nombraban la "casa encantada", porque era la atracción de muchos conductores y turistas que transitaban por la carretera del Litoral, a la altura del cantón El Borbollón, jurisdicción del municipio de El Tránsito, San Miguel.
Ella trabajó duro durante cuatro meses, buscando botellas plásticas y corcholatas, con las cuáles había hecho la pared y el piso de su humilde vivienda donde se libraba del sol y la lluvia.
"La casita encantada"
Los lugareños la nombraban la "casa encantada", porque era la atracción de muchos conductores y turistas que transitaban por la carretera del Litoral, a la altura del cantón El Borbollón, jurisdicción del municipio de El Tránsito, San Miguel.
Ella trabajó duro durante cuatro meses, buscando botellas plásticas y corcholatas, con las cuáles había hecho la pared y el piso de su humilde vivienda donde se libraba del sol y la lluvia.
Entre lágrimas, la octogenaria cuenta que Dios le dio la visión de cómo iba a construir su vivienda, donde además están sus huellas, porque pintó cada botella con pintura roja, verde y blanca.
Cuando dormía, una noche en el año 2005, tuve un sueño. Vi esta casita en una montaña. Fue Dios quien me la puso". María Bersabé Ponce, creadora de la casita de botellas de plástico.
La anciana dice que en ese momento comenzó a reciclar el material plástico. Junto a su difunto esposo construyeron su sueño y que el 10 de mayo fue destruido en segundos por un conductor irresponsable.
La pequeña vivienda tiene 50 metros cuadrados y se había convertido en un atractivo turístico de la zona, ubicada a unos 140 kilómetros de la ciudad migueleña.
Personal del Ministerio de Vivienda llegaron este 11 de mayo a verificar los daños y la afectación psicológica de la anciana, encontrándose con el problema que la casa encantada está construida en un terreno que es derecho de vía, por esa razón le construirán una vivienda temporal y buscarán opciones para la construcción de una casa permanente, manifestó un familiar de la anciana.
Familiares de Ponce manifestaron que ellos son originarios de Ciudad Barrios y hace unos 40 años decidieron mudarse a la ciudad de San Miguel, donde habían construido una casita de sistema mixto la cual fue destruida por un sismo de 7.6 grados el 13 de enero de 2001.