La propaganda no cambia la economía
Jueves 03, Febrero 2022 - 12:00 AM
Si uno se queda con las portadas de los medios de propaganda oficialista o las declaraciones de funcionarios, pareciera que El Salvador es el país con las mejores condiciones económicas del mundo mundial. Crecimiento económico como nunca ha habido en la historia. Inversión pública como nunca ha habido en la historia. Inversión privada como nunca ha habido en la historia. Generación de empleo como nunca ha habido en la historia. Y así. Y por supuesto con haber adoptado el bitcóin como moneda de curso legal, el país no solo es el mejor país económico del mundo sino de la galaxia. De hecho, pareciera que hasta las instituciones financieras y privadas se pelean para prestarle dinero al gobierno por sus tan altas credenciales.
Y por supuesto quien se atreva a decir lo contrario es porque es un enemigo del pueblo y es "opositor” y tendrá que sufrir la ola de ataques, que en muchas ocasiones empiezan por el propio Presidente de la República. Una persona con análisis crítico que se atreva opinar deberá atenerse a las consecuencias en este paraíso terrenal.
Pero la propaganda, aunque lo intente no puede cambiar la realidad. Diversas entidades financieras, académicas y organismos han advertido que las condiciones económicas que tiene El Salvador no son las adecuadas e incluso han mostrado su preocupación por lo que puede pasar, especialmente en el ámbito financiero y la capacidad para cumplir sus compromisos.
El Icefi en su más reciente informe de Perfiles Macrofiscales ha invitado a los gobiernos de la región a realizar una revisión técnica de las estadísticas y resultados nacionales de 2021, que han sido referidos como "hitos históricos” o "resultados extraordinarios de su gestión gubernamental”, entre otros, y que en definitiva derivan principalmente del natural efecto rebote en las economías de la región en 2021, como consecuencia tanto de la apertura comercial internacional, de los procesos de expansión económica de los países desarrollados -principales socios comerciales de la región- de los enormes flujos de recursos que proceden del exterior por medio de las remesas familiares, del incremento de precio de algunos commodities, y del abandono, casi en su totalidad, de las restricciones de movilidad personal y empresarial, derivadas de la atención a la crisis sanitaria.
Es decir que lejos de echarse flores, los gobiernos deberían evaluar las condiciones económicas en un contexto donde la pobreza, la desigualdad y el hambre han aumentado.
Además, cada persona puede preguntarse si su situación económica realmente ha mejorado, si le alcanza el dinero para comprar lo que necesita, si tiene certeza de tener un empleo con prestaciones de ley y, si sus familias y conocidos están en una situación económica mejor.
Recientemente el Fondo Monetario Internacional ha presentado su informe sobre la Consulta del Artículo IV, una revisión periódica que hace esta entidad a los diversos países del mundo para conocer el estado principalmente de la economía y aunque ese informe requerirá su propia columna, llama la atención las reacciones que han tenido los funcionarios y el propio presidente, especialmente cuando se indica que la deuda es insostenible y que se debe eliminar el bitcóin como moneda de curso legal.
Las respuestas oficiales han sido memes o frases despectivas hacia la entidad, obviando que este informe cuenta con el aval del directorio o lo que es lo mismo cuenta con el aval de múltiples países. Para muchos esto causa risa o incluso admiración de un presidente que parece David enfrentándose con los monstruos y luchando por su adorado pueblo.
Pero en realidad estas reacciones lejos de mostrar fortaleza lo que buscan es esconder las debilidades. Da la sensación que en el corto plazo no se logrará el acuerdo con el FMI, pero el gobierno necesita financiamiento. ¿Cuáles son las opciones? ¿El BCIE, el CAF? Es muy difícil que le presten todo el dinero que el gobierno necesita ¿Los bonos respaldados con bitcóin? Quizá sea la prueba de fuego para saber si los bitcoiners estarán dispuestos a sostener un gobierno como el salvadoreño incluso con condiciones desfavorables para ellos. Y conforme pasan los días la realidad concreta de las familias no mejora y el riesgo de un impago de la deuda se incrementa y ahí no habrá propaganda que sea suficiente.