Algunas de las personas llevan semanas afuera del penal, donde han improvisado una lugar donde pasar la noche, en plásticos, cartones o troncos de árboles.
Son incontables las personas que viajan a diario hasta el centro penal La Esperanza, conocido como "Mariona”, en busca de sus familiares que han sido detenidos bajo el régimen de excepción, y que esperan, agotados y ansiosos, escuchar la lista con los nombres de de reos que saldrán libres.
Sin importar el sol, el bullicio de los vehículos y la aglomeración de personas, son familias enteras las que esperan, que en cualquier momento, los custodios del penal entreguen la "lista de liberación”.
Diario El Mundo constató que algunas de las personas llevan semanas afuera del penal, donde han improvisado una lugar donde pasar la noches, ya sea con plásticos, cartones o pedazos de árboles; y otros simplemente en la acera.
Según familiares que llevan dos semanas consecutivamente en los alrededores de "Mariona”, las listas son reveladas pasadas las 3:00 de la tarde, y con suerte, por la mañana.
"Vine a las 10 de mañana, he preguntado si han salido a decir la lista, pero no me dan razón aquí (penal), solo otros familiares me han dicho que en la tarde saldrán con las listas de liberación, primero Dios este mi hijito ahí”, dijo Violeta Ramírez, quien viaja todos los días, desde Panchimalco con la esperanza de ver a su hijo libre.
La mayoría de personas, madres de familia y esposas, piden que sus familiares sean liberados, o que al menos les den información de su proceso penal o estado de salud.
"Mañana cumplo dos semanas de estar aquí esperando saber de mi hijo, no me han dicho nada, no sé cómo está desde que lo agarraron, es una angustia constante la que todos tenemos aquí”, dijo una madre de familia que espera la liberación de su hijo y sobrinos capturados en 24 de abril en Acajutla, del departamento de Sonsonate.
Una condición
Pese a las condiciones a las que se exponen a diario, las personas que esperan en "Mariona” explicaron que hay condiciones que deben de cumplir para que las listas sean reveladas; una de ellas, es evitar el desorden afuera del penal, de lo contrario la espera se alarga.
Algunos han tomado la iniciativa de coordinar la entrega de medicinas, evitar aglomeraciones en la entrada del penal, no obstruir el paso peatonal, y evitar desórdenes al buscar información con los custodios.
"Por favor señoras, aléjense de ahí por favor (portón del penal). Todos estamos aquí por lo mismo. Por favor, por esos desórdenes no nos vas a entregar las listas de nuestros familiares”, gritaba a través de un megáfono una mujer que lidera el grupo de familiares que esperan las listas en el penal de Mariona.
El grupo de mujeres, según explicaron, tratan de coordinar que no haya problemas en el lugar, porque cuando hay desórdenes, los custodios retrasan la entrega de listas, y hay ocasiones que las dan a conocer hasta pasadas las 10:00 de la noche por esa razón.
Angustia y miedo
Claudia Rivas y sus hijas permanecen ahí desde hace nueve días, acampadas bajo una carpa de plástico, dicen que deben permanecer en el penal porque tienen miedo que a sus seres queridos, les suceda algo o que se vayan a morir y ellas no se den cuenta. Rivas espera que su hijo y yerno salgan en libertad, porque según dijo, ya pasaron la primera audiencia y señalan una detención arbitraria.
Durante el día, vehículos del Instituto de Medicina Legal entran al penal y esto genera ansiedad e intranquilidad en las personas que esperan afuera del recinto.
La "lista de liberación” como la nombran la mayoría de personas que esperan en las afueras del penal, es su "única esperanza” en el día, pero se convierte en su "mayor desilusión” cuando no está el nombre de su pariente.
Los familiares de los reos ocupan unos 300 metros, aproximados, afuera del penal de Mariona. Algunos son de Ahuachapán, San Vicente, La Libertad, Santa Ana y Sonsonate.
Según cifras del Ministerio de Seguridad Pública, hasta la fecha, pasados 52 días de la vigencia del régimen de excepción las personas capturadas por pertenecer supuestamente a grupos delincuenciales suman más de 31,500.
La vigencia del régimen vence el 25 de mayo, aunque las autoridades analizan extenderlo un mes más.