Prófugo estadounidense vivía en Sonsonate como maestro de inglés
Miércoles 31, Agosto 2022 - 3:40 AM
Raymond McLeod estaba en la lista de los más buscados en EE.UU. aquí vivía disfrazado de un profesor de inglés canadiense.
Se hacía llamar Jack Donovan y decía ser canadiense. Vivía en Sonsonate desde 2018 y era maestro de inglés en una reconocida academia de esa ciudad. Pero tras su aire despreocupado y sociable, estaba la sombra de un prófugo, uno de los 15 más buscados por la justicia estadounidense.
No se llamaba Jack Donovan ni era canadiense. Se trataba del exinfante de marina, Raymond ‘RJ’ McLeod, de 37 años, quien fue descubierto enseñando inglés en Sonsonate, capturado por policías salvadoreños y entregado a los US Marshals el lunes por la tarde.
McLeod es acusado por el asesinato de su novia Krystal Mitchell, de 30 años, a quien le quitó la vida en un apartamento en el que se alojaban mientras visitaban a sus amigos en San Diego, California, en junio de 2016.
Pero en Sonsonate, varios vecinos de la ciudad lo recuerdan como el profesor de inglés de la céntrica academia Direct English, con cuerpo de físico culturista que iba al gimnasio JVL, corría en el estadio y tenía una vida bastante normal. Atractivo, sociable, solía tener "pegue con las mujeres”.
Ni sus alumnos ni los que lo conocieron sabían su pasado, aunque a algunos les parecía incoherente la historia que contaba: Que estaba en Sonsonate como parte de un "intercambio cultural”.
"Él era el último coach que se tenía en el nivel avanzado y con él se realizaba la última prueba para aprobar. Él decía que era de Canadá, era tranquilo, buena gente, amable, educado. Si uno le pedía consejo para aprender inglés los daba”, recuerda un exalumno de McLeod a quien lo conocían como el "Coach Jack”. "Era súper buena onda en clase, sabía explicar”, recordó una antigua alumna.
Eso sí, el estadounidense siempre hablaba con mujeres y algunos alumnos lo definen como "muy coqueto”.
Su español no era muy bueno, pero era un tipo agradable, según lo describen. Tenía una vida normal, alquilaba una casa humilde en la colonia Angélica, un sector de clase media baja de Sonsonate. Igual se le podía encontrar en un supermercado que en un bar.
"Él era un tipo normal, tenía una vida, trabajaba en la academia, lo veía en el gym, iba a los partidos del Sonsonate y de igual manera corría en el estadio”, comentó un ciudadano que lo conoció desde 2018.
"Vivía normal, no parecía que hubiera cometido un delito. Era muy coqueto, canadiense decía que era. Tenía porte alto, musculoso y las mujeres se derretían por el”, agrega.