Desde marzo de 2022 el gobernador de Texas mantiene un constante traslado de migrantes hasta diferentes ciudades de EEUU, las cuales ha argumentado como una medida para “proteger y salvaguardar la vida de los pobladores texanos”.
Según nuevos informes el gobierno de Texas habría gastado más de $9 millones en alquiler de autobuses para el traslado masivo de migrantes durante los meses de noviembre y diciembre del 2022. Estas medidas forman parte de las campañas antiinmigratorias que el gobernador de Texas, Greg Abbott, encabeza desde marzo del 2022, según información que recoge el diario La Opinión.
El gobierno texano habría invertido en diferentes flotas de autobuses para que les brindaran los servicios de transporte, y así poder enviar a los migrantes hasta las denominadas ciudades santuarios de EEUU.
En reiteradas ocasiones estas medidas han sido criticadas, porque aseguran que los indocumentados muchas veces son enviados con engaños, sufren maltratos y son tratados como objetos, debido a que en varios viajes fueron enviados con brazaletes electrónicos que servían como registro de cada persona.
Cifras récord
El pasado 4 de enero, la oficina del gobernador de Texas, Greg Abbott, informó que durante el 2022 expulsaron a más de 16,000 migrantes desde Texas hasta Estados y ciudades denominadas como "santuarios” en EEUU.
Al hacer públicas estas cifras en gobernador también detalló que entre el total de los migrantes desplazados más de 9,100 fueron enviados a Washington DC; 5,100 a Nueva York; 1,500 a Chicago y 840 a Filadelfia.
Archivo CNN.
Desplazamientos criticados
El desplazamiento masivo de migrantes comenzó desde marzo del 2022, cuando el gobernador Abbott argumentó que el traslado de los migrantes era una medida para mantener el orden y la seguridad de los pobladores de Texas, además de una afrenta contra el presidente Joe Biden.
Muchos gobernadores demócratas en diferentes ocasiones arremetieron contra el gobernador Abbott, porque aseguran que las medidas implementadas por el gobernador texano son una muestra de una política "antiinmigrante”, y en la cual utiliza a los indocumentados como objetos políticos.
Abbott aseguró en reiteradas ocasiones que el problema se generó por la mala administración del presidente Joe Biden, que según él, desarrolló una mala gestión en el manejo de la crisis migratoria en la frontera entre EEUU y México.