El presidente de la República, Nayib Bukele, se reunió ayer con un grupo de alcaldes de Arena que se mostraron dispuestos a trabajar en conjunto con el Ejecutivo para combatir el COVID-19 en los municipios.
“Si logramos un acuerdo entre los alcaldes y el Gobierno central es una propuesta que los diputados que ni los diputados ni la Corte deberían de botar”, dijo el presidente, al inicio de la reunión pública con los jefes edilicios.
El alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt, instó a los alcaldes a trabajar con el Gobierno, para hacer cumplir los controles y protocoles sanitarios. “Si se abre de manera descontrolada el centro de San Salvador un día normal habrá miles y miles de contagios”, advirtió, instando a un equilibrio con una prioridad en la salud.
La presidenta de la Corporación de Municipalidades de El Salvador (Comures), Milagro Navas, dispuso a los 262 alcaldes. “Tenemos que trabajar en conjunto, que trabajen 262 soldados al pie del cañón”, le dijo a Bukele.
El alcalde de La Unión, Ezequiel Milla, elogió la gestión de Bukele y dijo que jamás se había visto algo así.
“Es mi obligación estar a su lado y lo voy a hacer, si eso implica un castigo político, no me interesa”, le expresó.
Los alcaldes de Ilopango, Adán Perdomo, y el alcalde de Sonsonate, Roberto Aquino, el alcalde de Olocuilta, Marvin Rodríguez, y el alcalde de Soyapango, Juan Pablo Álvarez, en la reunión, también se mostraron dispuestos a trabajar con Bukele.
La alcaldesa de Santa Ana, Milena Calderón de Escalón, relató que en la ciudad occidental ha conformado una mesa con la empresa privada, sectores económicos y la academia, y aseguró que trabajará con espíritu conciliador.
“El Salvador necesita dejar la confrontación, tener esa visión de sacar adelante nuestro pedacito de tierra que se llama El Salvador, tenemos que romper esos esquemas que se han heredado de la guerra”, aseguró.
El Presidente les recordó que la Asamblea tiene detenidos $389 millones del Fondo Moneterio Internacional (FMI).