Los caficultores consideran que el aumento en la producción se debe a las nuevas plantaciones de café que iniciaron cosecha este año.


Pese a que las previsiones iniciales apuntaban a una caída en la producción del café salvadoreño, la cosecha 2020-2021 se perfila con un aumento de 2.2 % en relación al ciclo cafetero anterior, indican las estadísticas del Consejo Salvadoreño del Café (CSC).

El último informe del CSC, publicado la semana pasada, detalla que el actual ciclo cafetero dejó una producción de 750,740 quintales oro uva hasta mayo pasado. Si se compara a los 740,100 quintales sacados en el año 2019-2020, hay un incremento de 10,640 quintales, un 2.2 % adicional.

Pese a la mejora, el actual ciclo no recupera los niveles observados entre las cosechas de 2017 a 2019 que superaron los 900,000 quintales.

En El Salvador, la corta de café inicia en octubre y concluye entre abril y junio del siguiente año. Durante ese período, miles de salvadoreños acuden con canastos a las fincas a recolectar el grano maduro que luego es enviado a los beneficiadores donde se transforma de café uva a oro.

Para la Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal), los resultados a mayo no experimentarán mayor variación, pues en los siguientes meses es mínimo lo que los beneficiadores de café reportan al CSC.


Datos positivos pese a panorama adverso.


El ciclo cafetero terminaría con resultados positivos, pese a que en un inicio la Acafesal previó una merma en la producción por el riesgo a un ataque de la roya ante el exceso de humedad por las tormentas de Amanda y Cristóbal de junio de 2020, además de la caída del grano maduro tras el paso de los huracanes Eta e Iota en noviembre pasado.

Omar Flores, presidente de la Acafesal, señaló que los resultados positivos se deben a que los productores comienzan a sacar café de las nuevas zonas de cultivo o de procesos de renovación del parque cafetero. Esto había ocasionado que la producción se “nivelara o al menos no se redujera”.

Los cultivos de áreas nuevas están ya produciendo. Lo otro es que fue el año bueno de café, pero, más que todo, son las nuevas áreas que hizo nivelar”. Omar Flores, presidente de Acafesal

El líder gremial aseguró que se logró controlar el hongo de la roya con la aplicación de fungicidas y reconoció que, si los productores hubieran tenido acceso a financiamiento, la producción sería incluso mayor y habrían recuperado el terreno perdido en el anterior ciclo.

Flores destacó que para mantener la producción en crecimiento es clave que se apoye al sector con la reestructuración de la deuda. El productor lamentó que el Ejecutivo vetara la ley transitoria de suspensión de procesos judiciales por obligaciones crediticias, aprobada en abril de 2021 por la Asamblea Legialtiva, y aseguró que la Acafesal tiene reportes de varios caficultores que ya les embargaron sus propiedades.

La gremial ha insistido, por años, que la situación más crítica para los productores es la deuda que asciende los $220.27 millones, compromisos que comenzaron a incrementar tras el ataque de la roya de 2013 y que se agudizaron cuando inició la crisis de los bajos precios internacionales en 2017.

En tanto, los datos del CSC indican que el café salvadoreño logró un mejor precio negociado en el contrato spot al colocar el quintal a $166.38 este año, una cifra que es $5.25 adicional contra los $161.13 registrados en el año 2019-2020.

El precio negociado es el más alto desde el ciclo 2016-2017, cuando se colocó en $175.61 el quintal, pero luego cayó a $149.97 en el siguiente año cafetero.