La Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal) entregó anoche su máximo galardón, Palma de Oro, a la comunidad de “hermanos salvadoreños en el mundo” por su “invaluable” contribución al desarrollo económico.

La Palma de Oro se entrega desde 1972 como un reconocimiento a las personas naturales y jurídicas que han dejado una “huella imborrable” en el desarrollo económico, social y cultural de El Salvador.

Esta es la segunda ocasión que Camarasal entrega el galardón a un grupo de ciudadanos, después de que en 1983 otorgó la presea al “trabajador pueblo salvadoreño” durante el conflicto armado.

Jorge Hasbún, presidente de Camarasal, destacó que la diáspora salvadoreña supera los dos millones de personas, que cada mes envían a su familiares millones de dólares en ayudas económicas que estimulan la dinámica productiva.

Solo en 2022, las remesas familiares superaron los $7,800 millones y son el sostén para un 25 % de los hogares. El Salvador es el tercer país de América Latina que más depende de estos ingresos, con una participación de un 24 % del Producto Interno Bruto (PIB).

La diáspora en el exterior también ha mostrado interés en apoyar iniciativas de inversión, sobre todo en los rubros de turismo, residencial, mecánica automotriz, agricultura y energía renovable.

Por segunda ocasión, Camarasal entrega el galardón a un grupo de ciudadanos. / Lisbeth Ayala
Por segunda ocasión, Camarasal entrega el galardón a un grupo de ciudadanos. / Lisbeth Ayala

Un legado más allá de números.

Hasbún destacó que también hay un legado que “no aparece en los datos oficiales” porque “continúan creyendo y apostando por El Salvador” sin importar las crisis internacionales, añadió.

Los salvadoreños en el exterior se “han adaptado, abrazado y aprendido nuevas culturas y formas de hacer las cosas sin abandonar los principios y la cultura que lo vio nacer”, pues en cada momento de crisis “han dicho presente”.

El líder gremial destacó que la “época no es fácil” con los numerosos cambios económicos, sociales y políticos a nivel mundial. En ese contexto, añadió en su discurso, la Camarasal reafirma su compromiso con la libertad económica y respeto a la propiedad privada, así como al Estado de derecho.

Durante la ceremonia de premiación también se estrecharon lazos de cooperación con la firma de un convenio entre Camarasal con la Cámara de Comercio Salvadoreña Americana de Washington y la Cámara de Comercio Salvadoreña en Quebec.

El dato

En 50 décadas de entregar el galardón, Camarasal ha otorgado en dos ocasiones la presea a un grupo de ciudadanos, en 1982, durante el conflicto armado, y este 2023.