En su informe anual de IED, la agencia de las Naciones Unidas detalla que América Latina recibió más de $142,769 millones en 2023, una reducción de $3,196 millones (un 2.1 %) frente a 2022. Si se incluye al Caribe, la IED sube a $193,179 y acumuló una caída de 1.3 %.
En la región, “el número de anuncios de inversión en zonas verdes disminuyó, pero el valor de los proyectos de campo verde aumentó debido a las grandes inversiones en sectores de productos básicos, minerales críticos y energía renovable”, añadió el informe.
De los 19 países del cono sur, Belice fue el que menos inversión extranjera recibió en 2023, con solo $50 millones. Le sigue Paraguay, con $241 millones; Bolivia con un flujo de $294 millones; Ecuador con $372 millones; y Venezuela con $688 millones.
Después, en el sexto puesto, aparece El Salvador con $760 millones.
El capital extranjero que recibió la economía salvadoreña en 2023 marcó un fuerte crecimiento de $588.8 millones, un 344 % respecto a los $170.9 millones reportados en 2022, indican los registros del Banco Central de Reserva (BCR).
Panamá, Estados Unidos y Reino Unido fueron los principales países de origen de la inversión, según el BCR.
La ONU reporta que Suriname tuvo un saldo negativo, con -$65 millones de IED. Esto significa que hubo más salida de inversión que ingresos.
El documento señala que El Salvador, Kenia, Jamaica, Nueva Zelanda y Australia son un ejemplo notable en la adopción de políticas para atraer las inversiones extranjeras.
Ingresos de IED por país al cierre de 2023. Cifras en millones de dólares:
- Argentina: $22,911
- Bolivia: $294
- Brasil: $65,897
- Chile: $21,027
- Colombia: $17,446
- Ecuador: $372
- Guyana: $7,198
- Paraguay: $241
- Perú: $3,331
- Suriname: -$65
- Uruguay: $3,429
- Venezuela: $688
- Belice: $50
- Costa Rica: $3,921
- El Salvador: $760
- Guatemala: $1,552
- Honduras: $1,076
- México: $36,058
- Panamá: $2,015
Presiones mundiales
La UNCTAD reporta que la inversión a nivel mundial superó los $1,300 billones y significó una caída de un 2 %, por segundo año consecutivo, por efecto de la desaceleración económica y el aumento de las tensiones geopolíticas.La agencia señala que la reducción en el financiamiento de proyectos afectó el desarrollo sostenible, en particular para los proyectos en agroalimentos y agua.
“Las crisis, las políticas proteccionistas y los reajustes regionales están perturbando la economía mundial, fragmentando las redes comerciales, los entornos regulatorios y las cadenas mundiales de suministro. Esto socava la estabilidad y previsibilidad de las corrientes mundiales de inversión, creando obstáculos y oportunidades aisladas”, sostiene la ONU en el informe.
Según UNCTAD, las perspectivas para 2024 siguen siendo difíciles y se espera un crecimiento modesto para este año a medida los que bancos centrales ceden en la política financiera y los esfuerzos de facilitación de inversión.