El Banco Central de Reserva (BCR) registra que El Salvador ha pagado un 9.1 % menos por las compras de petróleo y sus derivados entre enero y agosto pasado, pero el volumen importado ha crecido un 16.1 %.

La institución señala que la factura petrolera superó los $1,664 millones en los primeros ocho meses de 2023, equivalente a una reducción de $167.6 millones respecto a los $1,831 millones pagados en el mismo período de 2022.

El volumen importado superó los 2,237 kilogramos, al menos 309.8 millones adicionales que hace un año. Un comportamiento que se debe, en parte, a que en el primer semestre de 2022 el precio del barril del Intermedio West Texas (WTI) –de referencia para El Salvador– superó la barrera de $100 por la invasión rusa en Ucrania.

De acuerdo con el BCR, los salvadoreños han importado más gasolinas, diésel y keroseno para motores de reacción, pero el valor pagado ha sido inferior.

Las importaciones de gasolinas, el combustible que utiliza el 83 % de los vehículos, crecieron un 5.5 % en volumen, pero el monto pagado cayó un 11.6 %. El BCR registra que de este derivado se compraron 589.4 millones de kilogramos, valorados en $562.5 millones.

Caso contrario ha ocurrido con las importaciones del gas propano, que han caído un 29 % en valor monetario y 5.4 % en volumen. Las compras de aceites y grasas lubricantes también se han reducido, un 1.5 % y 5.4 %, respectivamente.