Si usted va a una farmacia y le piden su número de DUI y un correo para enviarle el tiquete, sepa que esto se debe a la migración del sistema de facturación electrónica. La preparación de las empresas, sin embargo, ha sido un proceso lento y corre el riesgo de varios incumplimientos, advirtió la firma consultora EY.

Desde su lanzamiento oficial, en diciembre de 2022, Hacienda notifica de manera directa a cada empresa para que comience a implementar el sistema, que básicamente elimina la emisión de un tiquete físico por un comprobante digital. También las firmas pueden iniciar la transición de manera voluntaria en aras de estar listas, pues la administración tributaria ha fijado julio de 2024 para completar el proceso.

EY señala que las empresas que tienen fecha límite para la emisión de los Documentos Tributarios Electrónicos (DTE), pero no logran implementar el sistema, corren el riesgo de incurrir en incumplimientos y ser sujetos a sanciones contempladas en el Código Tributario, que podrían ir de un 30 % a un 50 % del valor de cada documento que sea emitido.

Este incumplimiento está tipificado en el artículo 249-A, del Código Tributario.

Trabas en el sistema.

Indistintamente del tamaño de la empresa, el proceso para emitir un DTE implica retos por las adecuaciones e inversiones de los sistemas informáticos, que podría retrasar a las compañías en la implementación y dificultar el cumplimiento de los plazos establecidos por la administración tributaria.

Magdalena Tobar, gerente sénior de Impuesto de EY, considera que los negocios de restaurantes y supermercados tienen la tarea más complicada porque deben adecuar cada tienda y punto de venta para que la emisión de la factura electrónica coincida con la información del Ministerio de Hacienda.

“Esto ha sido bastante retador para las empresas y es lo que ha generado algunos retrasos para cumplir con los plazos de tiempo”, añadió Tobar. Los supermercados, bancos y farmacias están contemplados en la primera de tres fases que definió Hacienda para implementar la facturación electrónica, que comenzó en julio de 2023.

La experta también indicó que ha generado confusión entre las empresas los eventos de invalidación porque estos trámites tienen plazos fijos y deben generarse sin “mayores inconvenientes y atrasos”.

Estas dificultades ocurren por errores en la información de los DTE, nombre del contribuyente o estructura del documento.

Para las facturas de exportación se establecen tres períodos fiscales, es decir, 90 días, por lo que si hay una invalidación con el sello de Hacienda se tiene que volver a facturar.

Hasta octubre de 2023, Hacienda había autorizado 783 DTE, que se traducen en más de 16.3 millones de trámites.

El dato

Con la facturación electrónica, la empresa ahorra en la compra de papel y la impresión de la factura. Se facilitará también la gestión de las facturas sin tener que almacenar en físico.