La agencia de Naciones Unidas, con sede en Chile, actualizó este martes las previsiones de crecimiento económico para América Latina y el Caribe con una fuerte advertencia que la región se avecina a una fuerte desaceleración para el próximo año por el complejo panorama económico.
Para El Salvador, la Cepal mejoró su previsión de un 2 % que estimó en abril pasado a 2.1 %, un escenario que se encuentra en el rango que prevé el Banco Central de Reserva (BCR), en una tasa de un 2 % y un 3 %.
El Salvador será, sin embargo, el de menor crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB) en la región centroamericana. Panamá, una economía también dolarizada, liderará el istmo con una expansión de 5.1 % en 2023, seguido de Costa Rica con un 3.8 %.
Las economías de Guatemala y Honduras crecerán un 3.4 %, respectivamente, mientras que Nicaragua un 2.4 %.
La Cepa prevé que América Central crezca un 3.3 %, aunque para 2024 esa tasa se reducirá a un 2.8 %.
Presiones de la economía mundial.
Para América Latina y el Caribe, la Cepal elevó su proyección del crecimiento desde un 1.2 % previsto en abril a un 1.7 %, una mejora que responde a un mejor desempeño en las mayores economías de la región, Brasil y México.En su informe, la agencia de la ONU señaló que la economía mundial se encuentra en una senda de bajo crecimiento, presionada por los altos niveles inflacionarios que, a pesar de que han contenido, es muy probable que los bancos centrales de los países desarrollados mantengan su política monetaria restrictiva y las tasas de interés no bajen durante la segunda mitad de 2023.
“El bajo crecimiento se puede ver agravado por los efectos negativos de una agudización de los choques climáticos, si no se realizan las inversiones en adaptación y mitigación al cambio climático que requieren los países”, señaló José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario de la Cepal.
El Salvador tiene la tercera inflación más baja de Centroamérica, incluyendo República Dominicana y Haití. A junio el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se colocó en 3.8 %.
Costa Rica y Panamá se enfrentan a una deflación (un descenso de los precios) de un -1 % y -0.6 %, respectivamente. Haití, un país sumergido en una crisis de seguridad y económica, tiene una inflación de 46.2 %.