Davivienda llegó al istmo en 2012 cuando adquirió las unidades bancarias y de seguros de HSBC en El Salvador, Costa Rica y Honduras. El proceso se concretó en 2014 con una cartera de activos en ese momento de $5,900 millones y, una década más tarde, supera los $11,1000 millones.
En ese momento “vimos una organización convincente”, dijo Javier Suárez, presidente de Davivienda, durante un encuentro con periodistas de la región, realizado este miércoles en Bogotá, Colombia. “Salió bien. Los resultados salieron bueno”, insistió el ejecutivo.
A agosto de 2023, Davivienda El Salvador tiene una participación de un 14.3 % de la cartera de préstamos brutos y un 13.2 % en depósitos.
Suárez señaló que la llegada a Centroamérica no se trató de “imponer sino de cómo construir” un modelo que genere utilidades, pero que vaya “más allá”. “Eso implica que hay algunos negocios en los que no podemos entrar. Vale más la conciencia para poder dormir”, señaló el banquero.
Davivienda en cifras.
Davivienda nació en 1972 como una división de Grupo Bolívar (1932), uno de los conglomerados más fuertes en Colombia con unidades de negocios en construcción y fondos de inversión. En 1997, compró la operación de Banco República de Venezuela, que luego terminó vendiendo en 2001.En 2007 adquirió la operación de Bancafé Panamá, su primera incursión en Centroamérica.
Actualmente, Davivienda tiene operaciones en Colombia, El Salvador, Honduras, Panamá y una oficina de representación en Miami.
Su planilla de colaboradores está conformada por más de 18,000 personas, de los cuales 14,000 (un 76 %) se encuentran en Colombia y 4,000 en Centroamérica (un 24 %).
En la región centroamericana tiene una participación de un 9.1 % del mercado y se considera a sí mismo como un “pionero en productos digitales”, pues un 69 % de sus clientes realiza operaciones en sus plataformas electrónicas.
Eduardo Chacón, gerente de Mercadeo de Davivienda El Salvador, durante un encuentro con sus homólogos de Centroamérica, realizado en Bogotá. / DEM
ADN digital.
Reinaldo Romero, vicepresidente internacional de Davivienda, indicó que la institución bancaria nación con un “ADN digital”. “La tecnología es la palanca para poder hacer nuestro negocio”, añadió el ejecutivo, al tiempo que aseguró que “creemos que debe haber un equilibrio con la parte humana”.Davivienda creó su primer portal en 1998 con funciones básicas, una plataforma que ahora permite a más de 23 millones de usuarios realizar transacciones como si estuviera en una agencia, desde pagar un servicio hasta gestionar créditos y cuentas de ahorro.
Uno de sus hitos es la billetera Daviplata, creada en 2011 en Colombia y lanzada en El Salvador en 2018. La plataforma permite recibir remesas, realizar transferencias, sacar efectivo en un cajero sin tener una tarjeta y tramitar pagos a través de la pasarela de Quick Pay.
“Afortunadamente, antes de la cuarentena (en 2020) ya estábamos subidos en la ola de la innovación”, indicó Eduardo Chacón, gerente de Mercadeo de Davivienda El Salvador, al recordar que la billetera sirvió para el traslado de subsidios. “Hemos revolucionado la banca, la hemos acercado, no solo para que la gente pueda recibir plata, sino para que pueda realizar transacciones”, indicó.
Desde su lanzamiento, Daviplata registra un poco más de 250,000 transacciones con más de $28 millones.
Quick Pay también ha sido una aplicación exitosa en El Salvador. Lanzada en 2022, la pasarela de pago reúne a más de 7,000 comercios y se han realizado 16,500 transacciones.
Demo i, un hub de innovación
Óscar Rodríguez, vicepresidente de Innovación de Davivienda, señaló que el área de innovación del banco en Colombia inició hace 16 años cuando el concepto todavía era considerado como “exótico”.
Establecieron alianzas con firmas internacionales, incluyendo Israel que ocupa el puesto 14 en el Índice Mundial de Innovación de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).
Hace seis años crearon un centro de innovación (Domo i), en su casa matriz en Bogotá, donde convergen autoridades, academia y emprendedores que exploran nuevas oportunidades para desarrollar modelos de negocios y realizar investigaciones.
La incubadora no solo recibe propuestas de emprendimientos de Colombia, sino que también ha analizado proyectos de Centroamérica.