A pesar de que la generación hidroeléctrica aumentó su participación en el mercado energético salvadoreño, las centrales térmicas (gas natural y búnker) se mantuvieron como los principales proveedores de electricidad durante noviembre, confirma el último reporte de la Unidad de Transacciones (UT).

La generación térmica se abrió camino este año debido al impacto del fenómeno climático de El Niño, que redujo los niveles de lluvias y generó una crisis energética en Centroamérica por una baja participación de la tecnología hidroeléctrica. El Salvador echó mano de sus centrales a base de búnker, que llegaron a cubrir más de la mitad de la demanda energética entre mayo y julio a expensas de un mayor costo de producción.

Para noviembre, la cuota de participación de la energía térmica se redujo, pero se mantuvo con el principal proveedor, en un 31.92 %.

La UT, administrador del mercado mayorista, reporta que la demanda de energía superó los 565.24 gigavatios hora (GWh) en noviembre, de los cuales 192.31 GWh fueron aportados por las centrales térmicas.

El aporte de la generación hidroeléctrica representó un 29.95 % de la demanda de energía en noviembre, con 180.44 GWh, 2.7 veces más que la cuota de inyecciones registrada en junio, cuando apenas fue un 11 %.

La demanda de energía en noviembre creció un 3.9 % respecto al mismo mes de 2022, con una máxima potencial registrado el día 14 a las 15:00 horas.

Generación renovable.

La generación hidroeléctrica es exclusiva de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL), quien administra cinco centrales: Guajoyo, Cerrón Grande, 15 de Septiembre, 5 de Noviembre y 3 de Febrero (antes El Chaparral).

La central 3 de Febrero inició operaciones oficialmente en octubre y el gobierno aseguró que ingreso al sistema nacional, 15 años después de iniciar su construcción, abarataría el costo de la energía.

Sin embargo, la UT registra en octubre apenas inyectó 38.30 gigavatios hora, mientras que en noviembre bajó a 24.30 GWh.

DEM
DEM



En noviembre, un 19.91 % de la demanda de energía se cubrió con generación geotérmica, con 126.77 GWh.

Las granjas de energía solar representaron un 6.82 %, con 41.11 GWh, seguido de las importaciones con una tasa de 5.92 % al inyectar 35.65 GWh.

El parque eólico ubicado en Metapán, Santa Ana, participó con 23.13 GWh (un 3.84 %), mientras la biomasa apenas tuvo 2.59 (0.43 %). La menor generación de biomasa se explica porque los ingenios azucareros apenas iniciaron a finales de noviembre la zafra 2023-2024.

Precio sigue al alza.

Una mayor generación a base de búnker se traduce en un costo más elevado de la energía debido a que depende del precio del crudo, una materia prima sujeta al vaivén del mercado internacional.

El costo del megavatio hora (MWh) superó los $144 en agosto, pero mostró un descenso en los siguientes meses hasta llegar a $110.61 en noviembre. Esto equivale a un 3.5 % más caro que hace un año.

En octubre, la Asamblea Legislativa aprobó una iniciativa del gobierno para fijar la tarifa de la energía durante seis meses, del 14 de octubre de 2023 al 14 de abril de 2024. Es decir, que los ajustes al alza serán subsidiados.

El precio de la energía alcanzó su máximo en abril de 2022, cuando el megavatio hora llegó a $169.80. En ese momento, el valor del crudo se disparó por la invasión rusa en Ucrania e hizo que el barril superara los $120.