La actual diputada Nidia Díaz firmó el Acuerdo de Paz en 1992 y participó en las negociaciones que finalizaron 12 años de guerra en El Salvador y el inicio de un proceso de democratización. Díaz recuerda momentos de la negociación, destacando como principal logro las libertades, pero señalando como deuda no haber agilizado el trabajo de la Comisión de la Verdad.

 

¿Qué presión había para que no se firmaran los Acuerdos de Paz y que los problemas se resolvieran por la vía violenta?

Prácticamente los acuerdos de paz son una conquista, es la vía más sensata y la que mejor puede resolver causas que originan conflictos.

Cuando estalló la guerra civil hace 40 años no había voluntad política por parte de quienes ostentaban el poder de este país, me refiero a la oligarquía salvadoreña, decían ‘diálogo es traición’.

El Frente, desde que se fundó en el 80, planteó la Comisión Político Diplomática como mecanismo que trabajara la salida política. En el año 80 habló con sectores nacionales y extranjeros para buscar la salida política. Acababa de recomponerse EE.UU., salía Carter, quien había suspendido la ayuda a El Salvador por país violador de derechos humanos en el año 79. En el 80 llega (Ronald) Reagan, restablece le ayuda y le apuesta a la salida militar, y juntos, oligarquía, Ejército y Estados Unidos, le apuestan a la salida militar, a aniquilar las fuerzas insurgentes que se habían levantado aquel 10 de enero del 81 cuando se cerró toda posibilidad de entendimiento.

El diálogo y la concertación son los mecanismos de solución de conflictos. ¿Cuántos años dialogamos?, ocho, desde el 15 de octubre del 84, que yo también participé y donde se abocaron más de 50 mil personas, después ese año en Ayagualo donde el Frente llevó una propuesta de reforma de desmilitarización.
Lo decían sectores que no querían depurar el Ejército ni reducirlo (que el Frente lanzaría una tercera ofensiva)... Del 27 al 31 de diciembre (de 1991), si hubo gente que se resistiera, ya no se podía, o se firmaba o se firmaba”.

El 16 de noviembre de 1991, el Frente decidió parar las acciones ofensivas militares para darle curso a la negociación, porque andaban diciendo que el Frente iba a lanzar una tercera ofensiva por noviembre, lo decían los sectores que no querían depurar el Ejército ni reducirlo. El Frente, con ese gesto, mostraba que lo que quería era la solución. Estados Unidos se suma por noviembre, lo que vino en diciembre fue una forma de facilitar.

Cuando nos fuimos a Nueva York a terminar la negociación, no llegaba la parte principal del Gobierno, estaba la delegación pero nosotros queríamos que se desentrabara el tema de la militarización, había que resolver el problema económico y social, que no lo habíamos tocado. Entonces, se le mandó a traer a Cristiani y al presidente del partido, que era Calderón Sol y llegaron el 27 de diciembre.

Del 27 al 31 si hubo gente que se resistiera, ya no se podía, o se firmaba o se firmaba. Ellos tenían la obligación, Arena, que representaba el Gobierno, de facilitar, y los combates seguían. Si alguien quería incursionar a la zona donde estaba el Frente nosotros íbamos a repeler pero no salíamos a buscar. Entonces, el momento en que terminamos de discutir el tema económico y social fue el 31 de diciembre... También la parte de la inserción de los excombatientes del Frente, había detalles, entonces, se dijo 'paremos el reloj' y hasta la 1:30 o 2:00 de la mañana terminamos y firmamos los contenidos. La voluntad se construyó. En la Plaza Cívica la gente estaba a las 12 de la noche pendiente del contenido que firmamos.

 

¿Cuál fue el mayor logro del acuerdo?

El proceso de desmilitarización que comenzaba porque iba a permitir que la gente ejerciera sus libertades sin temor a ser desaparecidos o asesinados, usted con libertades puede hacer propuestas, es la base, que usted tenga el espacio de inclusión política.

 

¿Se mantiene?

Es lo que estamos luchando, buscando que siempre exista ese ambiente, ahora que hay amenazas, de querer imponer un solo pensamiento, este país tiene su naturaleza plural, diversa, que es lo que está en riesgo por la forma del régimen que preside el país de querer imponer su voluntad y pensamiento. Nos ha mandado solo a apretar el botón, no le hace caso a otras instituciones del Estado, cambia reglamento porque no está de acuerdo con la Constitución y las leyes. Vivimos en un momento difícil en que no se respeta la institucionalidad pactada por los acuerdos de paz pero sobre todo las 37 reformas a la Constitución. Nadie dice que está perfecto todo, la sociedad debe seguir avanzando en perfeccionar su sistema pero lo que ya habíamos logrado nos permitía hacer propuestas, expresarnos libremente, opinar.
“Estamos buscando que siempre exista ese ambiente, ahora que hay amenazas, de querer imponer un solo pensamiento, este país tiene su naturaleza plural, que está en riesgo por la forma del régimen que actualmente preside”.



Todas las instituciones pueden cumplir con su papel, tenemos pendiente la ley de la Corte de Cuentas, tenemos pendiente a la víspera la elección de los titulares de la Corte Suprema de Justicia, entonces, ¿para qué quiere Bukele todo el poder en la Asamblea?, para él decidir quiénes van a ser los funcionarios de todos estos organismos y decirles lo que hay que hacer, no lo que la Constitución les manda. A la Procuraduría de Derechos Humanos no la reconoce.

Vivimos en un momento crucial. El 28 de febrero se está jugando el rumbo de un país, o profundizamos la democracia en este país en el sistema de libertades y derechos, o retrocedemos al autoritarismo y a un irrespeto de las competencias y atribuciones. Este país que desde 1994 en sus instituciones pudo experimentar los pesos y contrapesos, ningún partido por sí mismo volvió a tener 43 diputados ni 56, el Frente se convirtió en un factor de peso y contrapeso. Siempre hemos buscado un equilibrio de corrientes. Eso es contraproducente al espíritu de los acuerdos de paz.

Uno de los déficits que tuvimos fue no haber acelerado la instalación de la Comisión de la Verdad y que el informe se hiciera antes del 15 de diciembre de 1992 antes de que el Frente destruyera sus armas y desmovilizara su último contingente guerrillero.

El presidente ha dicho que los acuerdos y la guerra han sido una farsa, pero muchos salvadoreños defienden el Acuerdo y otros sostienen que no se logró nada, sino solo beneficios para Arena y FMLN.


Del presidente no me extraña, no es un estratega como Presidente, de saber mantener el equilibrio y la armonía, él no padeció, vivió siempre como pequeño, tuvo sus papás. Quizás don Armando, cuando hace la reflexión, es otra época.

Nosotros consideramos que no nos hemos beneficiados sino que hemos sido impulsadores de grandes cambios para que las generaciones de ayer, hoy y mañana se vean beneficiadas en un ambiente de libertad y derechos que nosotros no tuvimos. Si yo me he visto beneficiada, que estoy hablando con usted, usted también es beneficiada. Lo conquistamos a puro fuego, a pura sangre, a puro sacrificio del pueblo.

Si alguien va en la calle y me grita 'devuelva lo robado' y yo le puedo decir 'dígale a Nayib que lo devuelva', así nos ponemos, es porque hemos creado ese ambiente de libertad. Y si alguien me agrede ya está fuera de la ley porque no me permite expresarme.

Si las iglesias quieren que se cumpla el libre culto, ahí está en la Constitución, eso no lo enmendamos, porque da garantía hacia que el Estado es laico porque no se puede imponer una religión. Hoy sí hay pluralidad porque la izquierda se expresa, opina, que algunos la quieran reducir a la mínima expresión o la quieran hacer desaparecer del mapa, puede ser mucho deseo pero las reglas del juego que se han creado no lo permiten, a menos que nos vayamos fuera de la ley.



Los temas que abordamos en la agenda política fueron 10: Fuerza Armada y seguridad pública, es más, nosotros proponíamos que desapareciera el Ejército, hasta que llegamos a la conclusión que había que reformarla y reducirla a su básica expresión. Una nueva seguridad pública nació con un concepto que vela por los derechos y los bienes de la población, pero antes era el mecanismo que limitaba las libertades, la Guardia, Policía de Hacienda, Policía Nacional, los paramilitares, los Escuadrones de la Muerte, que sacaban a la gente en la noche, lo mandaban a matar, solo por pensar diferente

Una reivindicación económica o de aumento salarial, o un campesino que quería trabajar la tierra, se veía como que amenazaba los intereses de la oligarquía, lo mandaban a matar, a secuestrar, toda esa época, una barbarie, una locura y a la que nunca queremos regresar. No sé si la gente que opina que el Frente se vio privilegiado por tener diputados pero es una expresión política que tienen todas las alternativas de todos los partidos, ahora Bukele quiere controlar a todos los diputados, es una aspiración autoritaria, nosotros nunca hemos pretendido querer controlar todo el Parlamento, sino tener un equilibrio popular. Si te dicen que te hiciste rico por tener una responsabilidad dentro de la institución, esos son salarios que se establecen que no los determina el Frente sino un sistema político desde antes.
Es más, nosotros proponíamos que desapareciera el Ejército, hasta que llegamos a la conclusión que había que reformarla y reducirla a su básica expresión. Una nueva seguridad pública nació con un concepto que vela por los derechos y los bienes de la población.

El no reconocer ese proceso y lo que permitió llegar a ese proceso es querer ignorar la historia. Es necesario saber de dónde venimos, no porque yo no estuve ahí, yo no puedo ignorar que hubo una insurrección en 1832 o cien años después en la zona de occidente o que en la historia hubo un odio a la fe que motivó el asesinato de monseñor Romero, por eso no es bueno fomentar el odio nunca, porque puede llegar a sacar lo más perverso de la gente que puede llegar a matar por una idea. Ese odio no debe prevalecer, por eso es importantísimo que se retome que íbamos a fomentar la cultura de paz, inculcar valores de tolerancia.


¿Esa es la principal deuda de los acuerdos?


No, hay otras, se entregó el informe de la Comisión de la Verdad después, debimos esperar un tiempo más o acelerar la formación de la Comisión de la Verdad. Entonces, el que yo no haya nacido o Nayib no haya estado o su familia como víctimas o partícipes, porque yo me siento impulsora de los cambios, él no... Como a las 2:00 de la tarde del día de las elecciones, él llamó a la gente 'vengan a votar por mí' y después a las 5 dijo que le querían hacer fraude, cuando estaba funcionando el sistema democrático construido fruto de los Acuerdos de Paz. Ahora es Presidente por eso, antes no se permitía la diversidad, le dieron golpe de Estado a muchos.


¿Cree que ha habido retrocesos?

Con la llegada de Bukele ha habido retroceso. Los instrumentaliza (la Fuerza Armada) Bukele, que es el riesgo grande que tenemos.

¿Ustedes estarían de acuerdo en reformar la Constitución?

Allá en los 90, 92, teníamos la propuesta de reforma a la Constitución, teníamos temas económicos. La primera propuesta que hicimos fue que se reformara el artículo 248 para crear un sistema más participativo. No tuvimos la correlación. No podíamos reformar, que la democracia fuera republicana, representativa y democrática, y ponerle participativa, no pudimos.

 

¿No temen que se usen los mecanismos de participación para la perpetuación de un presidente?

Los jóvenes deben tener una conciencia del proceso, no solo mirar así el presente, a eso nos lleva un sistema consumista, a eso nos lleva la desesperación muchas veces, de solo pensar hoy, hoy, hoy y no mirar de dónde venimos y lo que ha costado. Las cosas no son de hoy. Este año es el Bicentenario, 200 años de haberse dado la República y la independencia, ah, ¿no volvimos a caer en dependencia?, cómo no, caímos en la dependencia de Estados Unidos. En ese tiempo nos quisieron anexar a México. Por eso está en la Constitución el 89. Lo que pasó en 200 años se tendría que tomar que lo más importante que ha pasado son los acuerdos que refundaron un rumbo hacia un Estado de Derecho porque antes lo que estaba legitimado era una dictadura, a un sistema de pesos y contrapesos. Eso se creó producto de los Acuerdos de Paz, si hay que perfeccionarlos pero no quitarlos. También permitió, que no se le olvide a nadie, el sistema de libertades que tenemos.
“Por eso no es bueno fomentar el odio nunca, porque puede llegar a sacar lo más perverso de la gente que puede llegar a matar por una idea. Ese odio no debe prevalecer, es importantísimo que se retome la cultura de paz”.

¿Qué mensaje le daría a los jóvenes sobre los acuerdos de paz luego de 29 años?

Los jóvenes deben tener una conciencia del proceso, no solo mirar así el presente, a eso nos lleva un sistema consumista, a eso nos lleva la desesperación muchas veces, de solo pensar hoy, hoy, hoy y no mirar de dónde venimos y lo que ha costado. Las cosas no son de hoy. Este año es el Bicentenario, 200 años de haberse dado la República y la independencia, ah, ¿no volvimos a caer en dependencia?, cómo no, caímos en la dependencia de Estados Unidos. En ese tiempo nos quisieron anexar a México. Por eso está en la Constitución el 89. Lo que pasó en 200 años se tendría que tomar que lo más importante que ha pasado son los acuerdos que refundaron un rumbo hacia un Estado de Derecho porque antes lo que estaba legitimado era una dictadura. Eso se creó producto de los Acuerdos de Paz, si hay que perfeccionarlos pero no quitarlos. También permitió, que no se le olvide a nadie, el sistema de libertades que tenemos.

 

El perfil

Nidia Díaz, firmante de la paz

Actualmente diputada de la Asamblea, jefa de fracción del FMLN.

Nació: 14 de noviembre de 1952.

Lugar: San Salvador, San Salvador.

Profesión: abogada.

Trayectoria: Fue comandante del FMLN, integró el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERN-RN) y el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC). Fue capturada en combate, estuvo en prisión.