El Salvador es un importador de materias primas, como petróleo o resina, ambos clave para el sector industrial. /DEM


Los precios mundiales de las materias primas continúan con la tendencia al alza y podrían ocasionar un efecto recesivo en la economía salvadoreña, advierte un estudio del Instituto de Competitividad ADEN Business School.

A mediados de 2020 se elevaron las alertas por un incremento en el costo de las materias primas y los fletes de importación debido a la mayor demanda ante la reapertura de las grandes economías, en particular de China.

Esto se tradujo, en un primer momento, en un incremento para las materias primas del sector de plástico salvadoreño, pero esta semana la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) alertó que en los próximos meses se podrían observar una escalada de precios en varios productos como en los alimentos o textiles.

En ese escenario, la investigación sobre el “Precio de los commodities a nivel internacional: situación actual y proyecciones” analizó el efecto en la economía salvadoreña a partir de su estructura de comercio exterior de 2019 y concluye El Salvador podría pagar hasta 8.3 % para la importación de materias primas; sin embargo, apenas podría recibir 1.1 % adicional por la venta.

Dicho estudio recuerda que El Salvador es un importador neto de commodities, que son los insumos clave que se comercializan en el mundo sin procesar y que se utilizan como materia prima para elaborar otros bienes. Algunos de estos son el petróleo, metales, granos básicos.

Las principales materias prima que El Salvador adquiere son petróleo (10.3 %), acero (3.2 %), gas (2 %), carnes (1.5 %), trigo (1.5 %), aceites (1.2%), maíz (0.8%) y soja (0.7%). Sin embargo, por el lado de las exportaciones destaca la industria azucarera (5 %) y el café (1.9 %).

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La investigación, presentada por el magister Alejandro Trapé, señala que el efecto dependerá de la evolución de las materias primas en el mercado internacional. Sin embargo, advierte que puede “deducirse que el impacto final sobre la economía nacional en su conjunto es negativo y, a nivel país, se podrá observar un perjuicio general en su macroeconomía”.

Instituto de Competitividad ADEN Business School advierte que entre los posibles efectos está la reducción de las importaciones de las materias primas, así como puede derivar en un efecto recesivo interno y existirán presiones al aumento del tipo de cambio e inflación interno.

Como consecuencia, continúa explicando, los costos de las empresas importadoras aumentarán y subirán los costos y el precio del producto final.







Sumado a la mayor demanda por la reapertura económica, las materias primas suben de precio por aspectos geopolíticos, variables financieras y políticas económicas.

Los impactos dependerán del tipo de materia prima y el rol que desempeñe en la matriz productiva de la economía. Aún así, la institución prevé que desde 2022 se observe una reacción en la oferta internacional que compense en parte la demanda, cuyos efectos se harán sentir más en los insumos agrícolas e industriales.