Los gobiernos de Estados Unidos y El Salvador alcanzaron ayer tres acuerdos orientados a intercambiar información en seguridad y reducir la migración ilegal, en el marco del anuncio sobre la extensión a los permisos de trabajo de casi 250,000 salvadoreños amparados en el Estatus de Protección Temporal (TPS) hasta el 4 de enero de 2021.

Los acuerdos fueron anunciados ayer en una rueda de prensa conjunta en Washington D.C., y suscritos por el secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por su sigla en inglés), Kevin McAleenan, la canciller salvadoreña, Alexandra Hill, y el director interino del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), Ken Cuccinelli.

Los acuerdos constituyen una serie de documentos firmados bilateralmente entre Estados Unidos y los países del Triángulo Norte, donde se han endurecido las medidas de seguridad fronteriza, el combate al tráfico de personas y a la violencia de las pandillas, y se ha implementado un acuerdo de cooperación de asilo (ACA).

Uno de los escritos, el Acuerdo de Seguridad Fronteriza, permitirá que EE.UU. despliegue funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza y del Servicio de Inmigración estadounidense para asesorar a la Policía Nacional Civil (PNC), agentes de seguridad fronteriza, inmigración y aduanas de El Salvador, indica el comunicado de DHS publicado ayer.

Firmaron tres acuerdos y extensión de permisos. El secretario interino de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, la canciller Alexandra Hill, y el director de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS), Ken Cuccinelli, firmaron acuerdos para intercambio de información, frontera y seguridad de la aviación, y diplomacia internacional.


La intervención de los oficiales de frontera estadounidenses, aseguran, pretende mejorar el modelo de operación actual y “compartir mejores prácticas para apoyar las investigaciones penales, contrarrestar la trata de personas y el narcotráfico”.

Otro de los documentos, el Acuerdo del Programa de Intercambio de Datos Biométricos, permitirá que Estados Unidos obtenga información biométrica en sus fronteras.

Estados Unidos facilitará tecnología, capacitación y financiamiento para obtener estos datos, que se utilizarán “para detectar a terroristas y criminales” y personas con orden de difusión roja dentro de la Policía Internacional (Interpol), explicó el presidente de la República, Nayib Bukele.

El Acuerdo conjunto del Programa de Seguridad, en tanto, es una carta de entendimiento para diseñar un programa de seguridad entre la PNC, el Departamento de Seguridad Nacional, la Agencia de Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU. “Los acuerdos de hoy ayudarán significativamente a EE.UU. y a nuestros socios en El Salvador a enfrentar la migración ilegal y fortalecerán a toda la región en la medida que nos acercamos a la implementación de los acuerdos de cooperación de asilo”, dijo McAleenan.

Seguridad y migración. El secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, y la ministra de Relaciones Exteriores de El Salvador, Alexandra Hill, firmaron dos acuerdos “clave” como parte del enfoque regional e integral de la migración irregular.


Reciprocidad entre EE.UU. Y el país

La firma de los nuevos acuerdos ocurrió en el marco del anuncio para mantener por un año más los permisos de trabajo a los salvadoreños amparados en el TPS; y un mes después que El Salvador, al igual que Guatemala y Honduras, firmara un acuerdo migratorio que lo compromete a recibir migrantes extranjeros mientras tramitan sus solicitudes de asilo en Estados Unidos.

Al ser cuestionado sobre si la firma de estos acuerdos y los beneficios adicionales otorgados a El Salvador en el TPS podrían considerarse un “quid pro quo” –un intercambio o moneda de cambio–, Bukele dijo “se le podría llamar así”.

“Si estuviéramos hablando de 200,000 criminales, por más quid pro quo que hagamos, no los van a aceptar. Estamos hablando de 200,000 personas trabajadoras, honradas, con trabajo, yendo a la Universidad, hipotecas de casas, que tienen negocios”, agregó.

El mandatario salvadoreño consideró que “quid pro quo se quedaría un poco corto, pero sí suma el hecho que El Salvador está trabajando con Estados Unidos, uno espera un poco de reciprocidad y la estamos teniendo en todos los flancos”.