Henríquez Ayala (con muleta) al entrar a juicio. / Rosa Fuentes


Una prueba de ADN fue la prueba fundamental que encontró el juez de Primera Instancia de Jiquilisco, en Usulután, para enviar a un tribunal de sentencia el proceso judicial contra Pablo Dolores Henríquez Ayala de 72 años, acusado de violación agravada en menor e incapaz en su modalidad continuada, y violación agravada, contra la joven Imelda Cortez

Mientras se desarrolla el proceso, el acusado estará detenido, confirmaron abogados ayer.

La querellante Bertha Deleón, en representacion de la Colectiva Feminista y Agrupación Ciudadana por la Despenalizacion del Aborto, dijo sentirse satisfecha porque el juez valoró los elementos de prueba, como el ADN realizado a la niña, hija de Imelda Cortez, que dio positivo en el 99 % de paternidad del imputado los exámenes psicológicos realizados por Medicina Legal a Imelda, y el testimonio de ésta. “El juez determinó que hay suficientes pruebas para que pase a la siguiente fase vista pública”, dijo Deleón.

En la audiencia se presentaron 10 testigos, quienes dijeron no haber sospechado nada.

De encontrarlo culpable, éste podría pasar hasta 20 años en prisión por el delito de violación en menor e incapaz, según el artículo 159 del Código Penal.

Imelda Cortez enfrentó un juicio por intento de homicidio, tras haber sufrido un parto extrahospitalario producto de las presuntas agresiones sexuales que su padrastro le inflingió por siete años seguidos. Pasó 20 meses tras la rejas y finalmente fue puesta en libertad en el pasado mes de diciembre.

Las organizaciones han pedido a los jueces que condenen a Henríquez Ayala.