La caída en las exportaciones generada por el covid-19 superó a la registrada en la crisis del 2009. /DEM

Las exportaciones de El Salvador cerraron con una caída de $913.2 millones en 2020, haciendo que el sector retroceda hasta 10 años debido a la crisis económica por el covid-19.


El Banco Central de Reserva (BCR) informó ayer que el envío de mercancías salvadoreñas al mercado exterior dejó $5,030.1 millones al cierre de 2020, al comparar con los resultados de 2019 se evidencia una contracción de $913.2 millones. Es decir, que las exportaciones cayeron -15.4 %.


El Salvador, al igual que otros países, aplicó un confinamiento obligatorio que dejó operando a la economía al 20 % de su capacidad entre marzo y junio, y significó el cese de actividades para los principales rubros generadores de exportaciones como el textil y confección. También impactó en el comercio la caída de la demanda externa.


El Banco Central reporta que los resultados de 2020 dejan a las exportaciones con un retroceso de 10 años, pues quedan en niveles como en 2010 cuando representaban $4,499.2 millones.











Las exportaciones fueron inferiores a las remesas familiares, que dejaron a la economía salvadoreña $5,918.6 al cierre de 2020. Esto no pasaba desde 2005, según el BCR.



¿Ayudó la reapertura económica?


Silvia Cuéllar, directora ejecutiva de la Corporación Salvadoreña de Exportadores (Coexport), reconoció que la caída fue menor a la anticipada por la gremial en -20 %, pero esto se debe, explicó, porque una vez se abrió la economía los empresarios buscaron “volver a conquistar” a los compradores que se había ido para otros mercados por el cierre agresivo en El Salvador.


“Cuando a nosotros nos cerraron, la competencia nos tomó algunos mercados (…) Afortunadamente el esfuerzo que hicieron las empresas por hacer las cosas y por invertir en bioseguridad” es que la caída de las exportaciones fue menor a lo previsto, afirmó Cuéllar.



El sector exportador reportó caídas de hasta -60 % en los primeros ocho meses de 2020. Cuando en septiembre se dio paso a la reapertura general, el sector comenzó a registrar tasas positivas pero que se frenaron en noviembre debido a problemas temporales de demanda y de abastecimiento por los estragos dejado tras los huracanes que azotaron la región centroamericana, indicó el BCR.


Cuéllar recordó que El Salvador es el que más perdió en exportaciones de Centroamérica y advirtió que para ganar el terreno perdido en 2020 depende tanto de la demanda externa, como de la adaptación del sector a las nuevas tendencias.




Habíamos estimados -20 %, pero llegamos al -15 %. Es menor, pero somos el país que menos hemos exportado. Eso no nos hace nada feliz”.
Silvia Cuéllar
Directora ejecutiva de Coexport



Los más golpeados.


El informe final de comercio exterior del BCR revela que el rubro de fabricación de prendas de vestir sufrió una contracción de $369.1 millones al alcanzar $910.2 millones en 2020. Equivale a una caída del -28.8 % frente a los $1,279.3 millones reportados al cierre de 2019.


La industria manufacturera de maquila sufrió una caída de $276.6 millones al pasar de $1,165.7 millones en 2019 a dejar $889.1 millones en 2020, una baja de -23.72 %.


También la fabricación de productos textiles mostró una contracción de $78.8 millones, el rubro de elaboración de productos de caucho cayó $16.2 millones, y las exportaciones de papel y productos afines a esta mercancía se redujeron $27 millones.


El Banco Central destacó que nueve de los 32 sectores de la economía que generan exportaciones cerraron con crecimientos, como elaboración de productos alimenticios que aumentó $27.8 millones o la cadena de farmacéuticos, sustancias químicas medicinales y productos botánicos que creció $10.9 millones.



Tendencias impulsadas por el covid-19 para el sector exportador




  • Un consumo más natural. La directora de Coexport indicó que el consumidor, que pasa más en casa, demanda alimentos saludables como productos orgánicos, con menos azúcar y boquitas con vitaminas.

  • Adaptación a vestir cómodo. Coexport indicó que el consumo por prendas de vestir se inclina más por piezas cómodas para estar en el hogar. Aunque la demanda es menor que antes del covid-19.

  • Un calzado más adaptado al hogar. La exigencia del consumidor es menos hacia un zapato para oficina o de escuela, y ahora los compradores buscan más calzados cómodos para trabajar en la casa.

  • Protocolos de bioseguridad. Coexport reconoció que los compradores buscan suplidores que cumplan con los protocolos de bioseguridad, sobre todo en alimentos. Además, prefieren mercados con certidumbre.