La Fiscalía General de la República aseguró ayer que no ha podido corroborar el móvil del homicidio del sacerdote José Cecilio Pérez Cruz, de la parroquia de San José La Majada, Juayúa, Sonsonate.

El fiscal del caso dijo que solo han determinado que el supuesto responsable del crimen es el sacristán Abraham Heriberto Mestizo Pérez, ya que la prueba pericial, documental y testimonial lo ubica en la escena del hecho.

Todos esos elementos probatorios incorporados a la carpeta judicial fueron valorados por el Juzgado de Paz de Juayúa en la audiencia inicial realizada ayer y fueron suficientes para ordenar que el imputado siga en prisión, mientras se amplía la investigación en la segunda etapa procesal.

El Ministerio Público desde que judicializó el caso comenzó a hablar de la abundante prueba encontrada, pero ayer, al finalizar la audiencia inicial, se le consultó, pero no precisó a qué tipo de evidencia indiciaria e incriminatoria se refiere.

“Móvil no se ha podido corroborar en este momento, tenemos prueba suficiente para poder ubicar al imputado como el artífice del cometimiento delictivo, móvil todavía no se ha podido acreditar, pero para fines del proceso penal en El Salvador no es necesario tener un móvil establecido, sino que simplemente probar la existencia del hecho y la participación delincuencial” dijo el representante de la Fiscalía.

Tras la resolución, el expediente pasará al Juzgado de Instrucción de Sonsonate, donde se diligenciará la segunda etapa del proceso y la Fiscalía en su momento presentará la investigación final para que se realice la audiencia preliminar.

 

El hecho

El sacerdote fue asesinado la noche del viernes 17 de mayo y su cuerpo fue hallado la mañana del sábado por los feligreses, quienes acostumbraban recorrer las calles de San José La Majada para rezar el rosario desde las 5:00 de la mañana.

Pero ese día les llamó la atención que Pérez Cruz no salía de la casa parroquial para comenzar el rosario, por lo que al ir a buscarlo lo encontraron muerto en su habitación y junto al cadáver había una nota que decía: “No pagó la renta MS-13”.

Ante ese hallazgo se comenzó a especular que podría tratarse de un crimen perpetrado por pandilleros, pero un día después el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, descartó esa hipótesis.

El sacerdote José Cecilio Pérez Cruz, de 35 años, originario de Nahuizalco, Sonsonate, tenía tres años de ser el párroco de la iglesia de San José La Majada y hace diez años había iniciado su labor religiosa como sacerdote diocesano; en su parroquia es recordado como un religioso muy allegado a su gente y que los acompañaba en todas las actividades.