El imputado manifestó que registraron la camioneta de las víctimas, en las que encontraron varios chalecos antibalas y una arma de fuego propiedad de la Policía Nacional Civil. Antes de su ejecución, las víctimas fueron sometidas a un registro corporal y a uno le hallaron una placa de agente policial y tras ser interrogados, la pareja fue responsabilizada de haber asesinado a uno de sus miembros. “Los llevamos a una casa de destroyer (abandonada) y ahí les ordenamos que se lanzaran boca abajo, para ese momento, otros (implicados) ya tenían un corvo, otros dos tenía una pala y una piocha que serían utilizados para ser asesinados y de cuatro a cinco bolsas negras”, afirmó Hitler.
Con toda la frialdad, crudeza y sin titubear, el pandillero narró cómo asesinaban a sus víctimas, luego dijo que los desmembraban con un machete, depositaban las partes en las bolsas negras, al tiempo que otros cavaban un hoyo de metro y medio de profundidad para enterrarlos.